Las coles de Bruselas están cargadas de vitaminas, ácido fólico, fibra y minerales. Asadas, cocidas, salteadas... se prestan a muchas elaboraciones. Optamos por unas congeladas, que hervimos y salteamos con cebolla también congelada. Las cubrimos con una salsa 'mornay' y gratinamos.
- 600 g de Coles de Bruselas congeladas
- 150 g de Cebolla congelada picada
- 1 litro de Leche
- 150 g de Queso emmental rallado
- 40 g de Harina
- 40 g de Mantequilla
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
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1.
Hierve las coles, directamente congeladas, unos 10 minutos en agua salada y escúrrelas.
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2.
Sofríe la cebolla, directamente congelada, en una sartén con un poco de aceite. Añade las coles, saltéalas durante 10 minutos y resérvalas.
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3.
En una olla pon la leche a calentar con un poco de sal y una pizca de pimienta. Mientras, funde la mantequilla en un cazo, añade la harina sin dejar de remover, cuécelo unos 2 minutos y añade la leche caliente.
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4.
Remuévelo constantemente durante 8 minutos a fuego lento y añade la mitad del queso. Deja que se funda, remueve por última vez y retira la salsa del fuego.
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5.
En una bandeja de horno pon las coles y la mitad de la salsa, mézclalo bien y encima añade la otra mitad de la salsa de manera que queden bien cubiertas.
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6.
Para acabar, añade el resto del queso rallado, gratina en el horno y lleva a la mesa.
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