Este dulce de origen francés, que suele tener forma de lingote, aguanta bastante tiempo sin ponerse excesivamente duro. Y eso es por la composición básica de sus ingredientes: azúcar, almendra molida y clara de huevo. En esta receta, les añadimos vainilla, harina de trigo y sal. Es uno de los dulces por excelencia para tomar con un café, una infusión o un chocolate a la taza.
- 50 g de Harina de almendras
- 50 g de Harina de trigo
- 4 ud de Claras de huevo
- 150 g de Azúcar blanca
- 75 g de Mantequilla
- 1 pizca de Sal
- Esencia de vainilla
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1.
Precalienta el horno a 200 grados.
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2.
En un bol mezcla la harina de almendras y el azúcar e incorpora la harina de trigo tamizada.
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3.
Funde la mantequilla, deja templar, añádela al bol con la esencia de vainilla y mezcla todo.
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4.
Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal y ayúdate con unas varillas eléctricas.
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5.
Incorpora las claras a la mezcla con movimientos suaves y envolventes.
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6.
Engrasa y enharina unos moldes de 'financier' -rectangulares- y vuelca la masa.
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7.
Colócalos en la bandeja del horno y hornea 15-20 minutos o hasta que veas que están doraditos.
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8.
Saca con cuidado, deja templar, desmolda ¡y listo!
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