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15min
Fácil
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¡HOLA! COCINA
Uno de los platos callejeros más famosos de la ciudad de Madrid. Un bocadillo simple pero delicioso que tiene su secreto en una buena materia prima, un buen pan y en realizar una buena fritura de los calamares para que queden crujientes y nada aceitosos ni grasientos.
- 1 barra de Pan
- 1 unidad de Calamares limpios
- 100 g de Harina de garbanzos
- 100 g de Harina de trigo
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
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1.
Con el calamar limpio, corta el cuerpo en anillas. Corta también los tentáculos. Puedes quitar las aletas y utilizarlas para otra receta o un guiso porque son más duras y no nos van bien en el bocadillo. Seca bien los trozos de calamar.
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2.
En un plato amplio mezcla las dos harinas y ve enharinando los calamares. Es importante que no tengan una capa gruesa de rebozado así que es mejor que los pongas sobre un colador y lo agites para eliminar el exceso de harina.
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3.
Utiliza un cazo de tamaño medio para la fritura y llénalo hasta la mitad de aceite de oliva virgen extra.
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4.
Calienta el aceite hasta que coja entre 180 y 190 grados, es muy importante esto para que el rebozado quede lo más crujiente posible y se fije bien a los calamares.
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5.
Fríe en tandas para que no se enfríe el aceite. Saca con una espumadera escurre bien. Déjalos sobre un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Añade un poco de sal al gusto y ya están listos.
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6.
Corta el pan del tamaño que prefieras tu bocadillo y rellena con los calamares.
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7.
Puedes acompañar este bocadillo con un ali oli casero o un poco de mayonesa, pero así, están delciosos.
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