Un postre ideal para una estupenda merienda. Una deliciosa opción para los que le guste la manzana una vez que pasa por el horno y con un juego de texturas con el crujiente de la base y lo cremoso del relleno que te harán salivar con solo olerla.
- 1 unidad de Masa de hojaldre
- 3 ud de Manzanas rojas
- 3 ud de Yemas de huevo
- 400 ml de Leche entera
- 35 g de Maicena
- 75 g de Azúcar blanca
- 1 cucharada de Extracto de vainilla
- 1 unidad de Canela en rama
- Piel de limón (1 ud)
- 5 cs de Mermelada de albaricoque
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1.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo pero sin aire.
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2.
Ponemos en un cazo la leche con la canela y el limón a fuego medio sin que llegue a hervir.
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3.
En un bol mezclamos las yemas con el azúcar y la maicena con la ayuda de unas varillas hasta que sea una mezcla suave y uniforme.
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4.
Retiramos los elementos aromáticos de la leche, es decir, canela y limón.
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5.
Incorporamos un poco de leche caliente en la mezcla de huevos y azúcar removiendo hasta ver que comienza a blanquear la mezcla.
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6.
Añadimos la mezcla de huevos y leche al cazo.
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7.
Ponemos al fuego medio y, sin dejar de remover, esperamos a que la mezcla espese quedando textura de crema.
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8.
Estiramos la masa de hojaldre sobre un molde de tarta rizado ajustándolo al borde sin que sobresalga.
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9.
Añadimos la crema pastelera por toda la superficie del molde.
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10.
Pelamos y descorazonamos las manzanas.
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11.
Cortamos finas laminas de manzana que dispondremos sobre la crema pastelera.
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12.
Horneamos durante 30 minutos o hasta que veamos los bordes dorados.
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13.
Dejamos entibiar unos 5 minutos y, con la ayuda de un pincel, barnizamos la manzana con la mermelada de albaricoque para darle brillo.
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1.
Podemos acompañar una porción de tarta con una bola de helado de vainilla o una nube de nata montada.
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