Se trata de la famosa arrabiata italiana, que recibe este nombre por su sabor picante y que es originaria de la región de Lazio. Si se desea menos fuerte, añadiremos menos guindilla. Y si se tiene oportunidad, se recomienda utilizar peperoncinos, minúsculos pimientos rojos picantes, parecidos a las cayenas, que son originarios de Italia. Esta salsa se emplea para enriquecer todo tipo de pasta, fresca, seca, corta y larga. El toque final es mezclar la pasta con la salsa, echar perejil picado fresco y rallar por encima un poco de queso Pecorino. También es una salsa que puede acompañar a carnes y pescados.
- 400 g de Tomates maduros
- 2 dientes de Dientes de ajo
- 1 ud de Cebolla grande
- 2 ud de Guindilla picantes
- 2 cs de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
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1.
Retiramos las semillas y el tallo a las guindillas -es donde se encuentra lo más picante- y las cortamos en aros.
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2.
Pelamos y picamos la cebolla y los ajos.
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3.
Pelamos los tomates, partirlos por la mitad, retirar las semillas y cortarlos en dados pequeños.
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4.
Calentamos el aceite en una sartén y rehogamos el ajo picado.
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5.
Cuando comience a coger color, añadimos la cebolla picada y rehogamos 5 minutos más.
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6.
Incorporamos los tomates picados y cocinar 5 minutos a fuego medio.
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7.
Añadimos los aros de guindilla, sazonamos con sal y cocemos a fuego medio 15 minutos.
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8.
Desmenuzamos con un tenedor los trozos de tomate durante la cocción.
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