/ 
clock 01:15 | easyFácil | 4 COMENSALES

Costillas asadas con salsa barbacoa

¡Gracias por votar! ¡Ya has votado!

Cocinamos aquí a la parrilla unas ricas costillas de cerdo. El acompañamiento de la salsa barbacoa es un clásico y aunque podemos comprarla preparada, nada como hacer nuestra propia versión casera.

Para las costillas
  • 1 Kg de Costillas de cerdo
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Brotes de ensalada para decorar
Para la salsa BBQ
  • 3 dientes de Dientes de ajo
  • 50 g de Mantequilla
  • 4 cs de Miel
  • 2 cs de Azúcar moreno
  • 1 cs de Mostaza a la antigua
  • 100 ml de Salsa de tomate
  • 2 cs de Kétchup
  • 1 cs de Orégano seco
  • Zumo de limón
  • Sal
  • Pimienta negra
PARA LA SALSA BBQ
  1. 1.

    Pelamos y picamos los dientes de ajo.

  2. 2.

    Calentamos la mantequilla en una sartén grande y doramos los ajos picados 1 minuto.

  3. 3.

    Añadimos la miel y el azúcar moreno, mezclamos y cocinamos 2 minutos a fuego medio.


  4. 4.

    Incorporamos la salsa de tomate, el kétchup, el orégano, la mostaza y el zumo de limón, salpimentamos y mezclamos.

  5. 5.

    Echamos 250 ml de agua, mezclamos, llevamos a ebullición y cocinamos a fuego medio hasta reducir su volumen a dos tercios, entre 12 y 15 minutos.

  6. 6.

    Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco.
PARA LAS COSTILLAS
  1. 1.

    Salpimentamos el costillar de cerdo y lo colocamos en la parrilla sobre las brasas con el lado de los huesos hacia abajo.

  2. 2.

    Lo cocinamos 15 minutos, damos la vuelta y asamos 10 minutos más.


  3. 3.

    Untamos la carne, ayudándonos con una brocha, con la salsa preparada y asamos 10 minutos más.

  4. 4.

    Damos la vuelta, untamos por el otro lado y asamos otros 10 minutos.

  5. 5.

    Retiramos de la parrilla y dejamos que repose unos minutos.
PRESENTACIÓN
  1. 1.

    Troceamos el costillar y repartimos en los platos las costillas.


  2. 2.

    Decoramos con unos brotes de ensalada y servimos el resto de la salsa BBQ en una salsera previamente calentada.
CONSEJO
  1. 1.

    Si queremos que las costillas nos queden superblandas, lo ideal es cocerlas -o confitarlas suavemente en aceite- y terminarlas en el horno.