Estamos acostumbrados a comer croquetas de jamón, pollo, carne del cocido, bacalao, gambas o merluza, pero menos a las de verduras. Os proponemos una versión con zanahoria y cebolla, cuya bechamel vamos a aligerar incorporando leche desnatada, harina integral y aceite de oliva virgen. Si queremos veganizarla, podemos sustituir la leche por alguna bebida vegetal y el huevo por una mezcla de harina y agua, aquafaba (líquido de cocción de los garbanzos) o bebidas vegetales con almidón de maíz.
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