Algo tan clásico como una crema de calabaza puede solucionarte cualquier primer plato en una comida o cena de cualquier fiesta, como por ejemplo las Navidades. Pero esta vez queremos aportar un punto de originalidad, acompañándola con trufa y pan de baguette. Esta receta es de lo más sencilla, pero para que quede de cine, vas a tener que detenerte un poco más en la decoración del plato. Y... ¡listo para sorprender a tus invitados!
- 1 Kg de Calabaza pelada
- 100 g de Mantequilla
- 200 g de Cebolla pelada fileteada
- 1.5 l de Caldo de carne o ave
- Sal
- Pimienta negra
- 300 ml de Nata para cocinar
- 1 cs de Trufa negra cortada en láminas y dados pequeños
- 1 cs de Perifollo (en hojas)
- 4 láminas de Baguette (finas)
-
1.
Secar las láminas de baguette entre dos placas con papel de horno a 160° hasta que estén tostadas. Reservar.
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2.
Pelar la calabaza y cortar en dados.
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3.
Sudar la cebolla en una cacerola, añadir la calabaza y rehogar durante unos 5 minutos.
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4.
Agregar el caldo de ternera o ave, la mantequilla, sal y pimienta y cocer hasta que esté bien hecho.
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5.
Triturar y colar por un chino fino, agregar 250 ml de nata y dejar reducir hasta que adquiera la consistencia deseada. Sazonar.
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6.
Batir los 50 ml restantes de nata hasta obtener la textura de un chantilly y reservar.
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1.
Servir en un recipiente individual de fiesta y decorar con una pequeña nube de nata montada y con la lámina de baguette adornada con unos puntos de nata, crema de calabaza, trufa y hojas de perifollo.
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