Hace algo más de un año que cambió su vida. Al ya de por sí difícil duelo por el fallecimiento de su marido, Mario Biondo —un caso que la Justicia española cerró en julio del año pasado—, se sumó la semana pasada el hecho de revivir aquellos momentos tan difíciles al tener que volver a declarar sobre las circunstancias de su muerte ante la Justicia italiana, que reabrió el caso a petición de la familia del cámara.
Por todo, el camino de Raquel Sánchez Silva ha sido especialmente duro en este tiempo. Para recomponerse y mirar hacia delante, se volcó en su trabajo (no ha parado un instante en estos últimos meses), en escribir (acaba de "dar a luz" a su primera novela, Mañana, a las seis) y, ahora, también en Matías Dumont. Aunque la presentadora y el empresario argentino se conocieron hace unos meses, no ha sido hasta ahora, que Raquel ha vuelto de Honduras después de conducir Supervivientes, cuando la relación ha tomado forma. Hace unos días, y antes de que Raquel pusiera rumbo a Formentera para pasar unos días de descanso, pudimos ver a la pareja, sonriente y relajada, mostrándose cariñosa en plena calle, como el que no tiene nada ocultar ni nada que exhibir, con toda la naturalidad de una pareja feliz que mira hacia el futuro.
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