Conseguir que la base de maquillaje no desaparezca como por ensalmo no se consigue por casualidad, sino mediante técnica. Es importante aplicarla sobre la piel limpia e hidratada, esperando siempre al menos cinco minutos tras haber extendido la crema de tratamiento. Conviene dejar pasar ese tiempo prudencial de al menos cinco o diez minutos para evitar un exceso de grasa que no haría más que causar brillos indeseados y ‘escupir’ la base de maquillaje. Si no dispone de ese tiempo, siempre puede retirar el exceso con un tissue.
Para un resultado pluscuamperfecto, nada como los preparadores de la tez, cosméticos que recubren la piel y la alisan para que el maquillaje se fije más y mejor. Este tipo de productos consiguen que el cutis se vea más suave y terso de inmediato.
Otra buena opción es recurrir bien a las ampollas de efecto flash o los sérums tensores. Contienen proteínas que dan un ligero "tironcito" a la epidermis y la hace parecer más tersa y joven. A menudo, los maquilladores mezclan este tipo de producto de efecto lifting con la base de maquillaje, para un resultado más natural.
Piel más mate durante más tiempo
Cuando se necesita que la base de maquillaje aguante horas y horas sin fallar, nada como optar por fórmulas mates y/o libres de aceites, más resistentes que las texturas satinadas. Tienen la desventaja de ser más difíciles de aplicar (es importante calentarlas entre las manos y extenderlas a conciencia para evitar líneas de demarcación), pero resisten mejor el roce y la transpiración. No descarte los maquillajes long lasting o de larga duración, que aguantan hasta ocho horas. Es importante usarlos con mano decidida y extenderlos nada más aplicarlos sobre la tez para evitar que queden a manchas.
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