Quiero que mi hijo aprenda un deporte de raqueta. ¿Qué es mejor el padel o el tenis?

Por Juan Rallo

by hola.com Es una buena pregunta, a la vez que los éxitos de nuestros tenistas profesionales crecen, decrece el número de practicantes de este deporte cediendo terreno a una crecida muy significativa del pádel.

El motivo es muy comprensible, el padel es mucho más fácil. Cualquier persona que entre en un pista de pádel es capaz de disputar un partido desde el primer día y, lo mejor, divirtiéndose.

El pádel ha conseguido algo que ningún deporte había conseguido, que una ingente cantidad de personas de más de 30 comiencen a practicarlo y se enganchen.

Por el contrario el tenis es un deporte mucho más técnico y mucho más difícil, en el que la raqueta despide mucho más la bola y por tanto es más difícil de controlar. A diferencia del pádel, para que un partido sea divertido debe disputarse entre dos rivales de nivel similar y que ya tengan una cierta práctica, de lo contrario te pasas la hora completa recogiendo pelotas del fondo de la pista.

Pero el tenis es el tenis, y siempre será el tenis. Con ello quiero decir que siempre será el deporte rey de las raquetas, y cualquier persona que sepa jugar va a negar una y mil veces, y con razón, que el pádel sea más divertido.

Pero el pádel como lo fue el squash en su día, es hijo del tenis, y eso significa que sabiendo jugar a tenis sabes jugar al pádel.

En el caso de los niños es mucho más recomendable que aprendan a jugar a tenis, los motivos son variados pero importantes.

En primer lugar, los niños que aprenden a jugar a tenis van a aprender todos los golpes, cortado, liftado, bolea, todos, y eso tiene una transferencia inmediata dentro de los otros deportes de raqueta. Sin embargo, en pádel se juega 99% cortado, y desde luego no se aprende a liftar, tampoco se aprenden golpes largos.

Además el peso de la pala es mucho mayor que el de la raqueta, lo que complica mucho el aprendizaje en niños pequeños aunque sea por el hecho de carecen de que la fuerza necesaria.

Yo no tendría ninguna duda a la hora de apuntar a un hijo mío a un deporte de raqueta: sería siempre el tenis, con ello le estaría dando la posibilidad de elegir el día de mañana, mientras que si solo aprendiera pádel, prácticamente tendría que empezar de cero en el mundo del tenis, si algún día decidiera cambiar.

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