El ayuno intermitente se ha convertido en el método de alimentación elegido por las supermodelos y actrices que más presumen de un estilo de vida muy saludable. La razón por la que el intermittent fasting no se considera una dieta es que no se trata de un régimen con una duración determinada, las que lo siguen lo adoptan como un cambio a largo plazo, una transformación de hábitos permanente que ya cuenta con adeptas como Elsa Pataky, Gisele Bündchen, Scarlett Johansson o Jennifer Aniston. Uno de los mayores atractivos del sistema es que no prohíbe ningún grupo nutricional pues su secreto radica en la hora a la que se realiza cada comida. La clave consiste en pasar unas 12 horas sin probar bocado desde el momento de la cena hasta el desayuno del día siguiente. Sin embargo, para que este ayuno parcial sea eficaz los expertos explican el tipo de platos que habría que elegir para conseguirlo.
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Después del éxito que el ayuno intermitente tuvo el año pasado, la ciencia comenzó a preguntarse la razón de que las personas que concentraban todas sus comidas en doce horas a lo largo del día y ayunaban las doce restantes consiguieran adelgazar. Para demostrar la eficacia de esta tendencia pusieron en marcha un estudio publicado en la revista Obesity, gracias a la investigación comprobaron que este método ayudaba no solo a deshacerse de los kilos de más y acelerar el metabolismo (una reacción bioquímica encargada de quemar grasa, entre otras funciones), sino también a controlar el apetito en aquellas personas que comen con ansiedad.
Según Cristina Romagosa, especialista de Mediquo, este tipo de alimentación no tiene por qué alterar el estilo de vida de forma extrema: "Realmente, de forma natural realizamos lo que se denomina el ‘ayuno nocturno’, llegando a estar entre 10 y 12 horas sin comer, que rompemos con el desayuno (en inglés breakfast – romper el ayuno), y, sin darnos cuenta, ya gozamos de sus beneficios”, explica la experta sobre lo conveniente que resulta el conseguir que los periodos en los que no se ingiere ningún alimento coincidan con las horas de sueño.
Carbohidratos y azúcares refinados: los alimentos vetados
Aunque la ciencia y la industria del entretenimiento respalden al intermittent fasting como un método interesante para mantener un peso ideal, es muy importante seguir una dieta equilibrada para aprovecharse al máximo sus beneficios. Para conseguirlo, la publicación especializada Business Insider ha señalado a los dos tipos de alimentos que habría que evitar en los platos con los que se rompe el ayuno: los carbohidratos simples y los azúcares refinados. La razón es que estos ingredientes, además de elevar los niveles de azúcar en sangre, no sacian el apetito por mucho tiempo por lo que se vuelve a sentir hambre al poco tiempo de terminar de comer.
"El ayuno debe estar integrado dentro de una dieta equilibrada y variada, rica en fruta y verdura, cereales integrales, legumbres, frutos secos y proteína de origen vegetal y animal. Pero, sobre todo, baja en azúcar añadido, alimentos procesados, determinados tipos de grasa y alimentos superfluos”, aclara Romagosa sobre los bocados que hay que evitar para que este no sea simplemente un método para adelgazar, sino también una forma de mantener una dieta beneficiosa para la salud.
El poder saciante de la fibra
"Los alimentos que se consuman los días de ayuno deberán ser ricos en proteínas y fibra (carne, pollo sin piel, pescado y verduras con un bajo índice glicémico) y deben evitarse los carbohidratos. Durante esta fase es importante hidratarse adecuadamente", explica la doctora Paula Rosso, nutricionista del Centro Médico Lajo Plaza. Además de las propuestas de la doctora, desde la publicación recomiendan los alimentos ricos en fibra - como los cereales integrales, las legumbres o algunas frutas - y las grasas conocidas como saludables - como el aguacate o los frutos secos - las opciones ideales para saciar el apetito durante el periodo en el que no se ayuna.
Y es que, además de buenos para la salud, este tipo de ingredientes son conocidos por ser de digestión lenta, lo que mantiene el estómago lleno mucho tiempo después de haber dado el último bocado. Lo más atractivo del ayuno intermitente es que no se basa en el control de cantidades por lo que si se eligen los ingredientes adecuados es posible perder peso sin pasar hambre, una prueba más de que lo que se come es igual de importante que el cuándo se come en cualquier dieta. Eso sí, por muy buena pinta que tenga el método que convence a las celebrities, es fundamental acudir a la consulta de un especialista antes de realizar esta o cualquier otra dieta.
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