Kim Kardashian responde: ¿cada cuánto puedo saltarme la dieta?

La empresaria asegura haber encontrado el truco para que su pasión por los donuts no le pase factura

Por Mariana Chacón

Es innegable que Kim Kardashian se ha tomado en serio su nuevo estilo de vida healthy en la que un entrenamiento constante combinado con una alimentación sana han sido los ‘culpables’ de tonificar aún más el cuerpo de la californiana. Tan orgullosa se siente de haber cumplido sus metas fitness, que esta semana ha decidido salir a cenar a un restaurante japonés cubierta con un vestido totalmente transparente. Eso sí, la empresaria ha revelado que entre edamames y ensaladas wakame, se deja seducir por una tentación que a priori podría arruinar la cuidadosa rutina con la que esculpe sus curvas: el postre. Sin embargo, Kim ha revelado en su app cuál es el truco que le funciona para poder mantenerse en forma sin renunciar de vez en cuando a este dulce placer gastronómico: “Estoy siendo muy estricta con mi dieta últimamente. Cuando voy a la compra, elijo proteínas magras, carbohidratos, frutas y verduras, pero de vez en cuando, me gusta recompensarme y hago trapas en una comida”.

Como ha contado, la famosa Kardashian se permite hacer trampas en su estricto plan de alimentación exactamente cada diez días. Su entrenadora le ha asegurado que, de esta forma, no se pierde el progreso que se ha conseguido en el gimnasio: “Puedes seguir disfrutando de tu comida favorita siempre y cuando vuelvas a la carga al día siguiente. Las comidas trampa funcionan mejor sin alcohol porque solo aportan calorías vacías y mucho azúcar. Esta parte es muy fácil para mí porque realmente no bebo – lo que significa que me puedo permitir uno o dos donuts”.

Elsa Pataky también se ha apuntado al truco del ‘día trampa’ semanal como recoge en su libro Intensidad Max. En él asegura que esta recompensa le permite continuar con una alimentación sana sin que ese nivel de disciplina se vuelva imposible de mantener. Marta Lorenzo, nutricionista y colaboradora de ¡Hola! explica que este tipo de filosofía a la hora de afrontar un estilo de vida saludable de comer bien el 80% del tiempo y dejar un 20% de respiro en la dieta, puede conseguir no solo mantener la báscula a raya, sino perder peso sin renunciar por completo a pequeños caprichos: “Eso sí, siempre que cuando nos salgamos ese 20% sea de forma moderada y con cabeza y que el 80% restante sea llevar una dieta equilibrada y variada rica en frutas y verduras y en la que no falte ningún nutriente. No creo en las dietas estrictas al cien por cien porque no se pueden mantener en el tiempo y mi objetivo es que mis pacientes aprendan a comer”.