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Soplan vientos de renovación en el mundo de la moda y de la belleza. El conocimiento cada vez más amplio del maltrato generalizado que sufre el medio ambiente en todo el globo está obligándonos a todos a tomar conciencia de nuestras elecciones. Cada vez son más las marcas conscientes de este problema que toman posiciones responsables que se convierten en un valor añadido a la hora de escoger sus productos. Reducir la utilización de plásticos y optar por materiales reciclados y/o reciclables es una de las mejores opciones para poner un granito de arena en la preservación de la naturaleza.
La importancia del compromiso ecológico
Precisamente eso es lo que hace la firma de moda gallega Adolfo Domínguez, que acaba de presentar su colección de Aguas Frescas, esa que sigue entusiasmando a varias generaciones de mujeres, con novedades de gran calado. Una de las más llamativas es la revisión integral de los frascos. En toda la gama de fragancias se han sustituido los tapones de plástico por otros de madera con sello FSC (procedencia controlada y sostenible), a excepción de la icónica Agua Fresca de Rosas, cuyo tapón se ha mantenido similar al diseño original.
Día de la Madre: regalemos con conciencia
Seguramente a tu madre le encantan estas fragancias de Adolfo Domínguez y quizá las compartas con ella. En todo caso sus perfumes nos resultan a todas familiares y ya forman parte de nuestra memoria olfativa. El primer aroma de la colección Aguas Frescas de Adolfo Domínguez, la de Rosas, se lanzó en 1995, con notas de salida de bergamota, mandarina y pomelo. Después llegaron Agua Fresca de Rosas Blancas con un acorde fresco de pétalos de rosa, ciclamen y jazmín y Agua Fresca de Azahar, con esta flor tan mediterránea como protagonista, todas ellas creadas por la nariz de la marca, Ramón Monegal.
La naturaleza como referencia
La naturaleza con mayúsculas es la base de todas las fragancias creadas por la firma de moda Adolfo Domínguez, es su inspiración y el verdadero corazón de sus aromas y la joven actriz María Pedraza paseando entre espigas es una imagen representativa. La apuesta por los ingredientes naturales es firme y duradera, tanto que, a día de hoy, lo son más del 90% de los extractos utilizados para elaborar las fragancias. Ese profundo respeto por la naturaleza se traduce en una necesaria renovación que implica cambios imperceptibles para el consumidor final, pero de gran valor y compromiso.
Si la fragancia nace para perdurar, los frascos también deben hacerlo
Y es que un perfume es un olor, el resto sobra y si el verdadero destino de una fragancia es perdurar, sus frascos también deben hacerlo. Las icónicas Aguas Frescas de Adolfo Domínguez se han puesto al día con frascos reciclables y reutilizables. En los nuevos diseños Eco de Aguas Frescas se ha cambiado el mecanismo de ensamblaje para que sean fácilmente desenroscables, con lo cual pueden volver a reutilizarse tantas veces -y con tantos usos- como se desee. Además, el vidrio de los frascos es reciclado, con lo que se asegura su circularidad en el proceso de reciclado. Honrar lo que permanece es la consigna.
Una colección minimalista y sostenible
Pero el esfuerzo por hacer que las cosas cambien de veras no se queda en la apariencia externa de los frascos, hay muchas otras interesantes modificaciones que confirman el compromiso de la marca con la sostenibilidad, y los valores ecológicos de esta colección. Por ejemplo, el uso de papel reciclado con sello FSC, la reducción al mínimo del plástico de un solo uso, el uso de tintas no contaminantes o la economización de recursos materiales y energéticos aplicados a la cadena de producción... El resultado es una colección minimalista, consciente y sostenible.
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