A sus 36 años, conserva una de las figuras más espectaculares del momento. La supermodelo americana Cindy Crawford sigue siendo una de las mujeres más bellas del mundo, lo que se debe no sólo a su envidiable genética, sino también al estricto régimen de cuidados que lleva, una rutina que no deja de lado ni siquiera durante este segundo embarazo, que ha dado como fruto a su hija Kaya.
La entrenadora personal de Cindy Crawford, Valerie Waters, con la que ha diseñado y realizado los programas de ejercicio de sus vídeos de puesta en forma, ha sido capaz de adaptar su rutina de entrenamiento también al embarazo, introduciendo ligeros cambios que le han permitido mantenerse en forma durante estos pasados nueve meses. Sin duda, unos consejos útiles seguidos por una mamá modelo.
Es importante disminuir la intensidad del ejercicio aeróbico, por lo que durante el embarazo, Cindy dejó de correr para andar a un ritmo rápido, una modalidad menos extenuante para el organismo.
Los abdominales se eliminaron del programa para sustituirlos por ejercicios de respiración, que ayudan a tonificar los músculos del tronco, pero de forma suave. Durante el embarazo, los músculos abdominales no deben ser fuertes ni tensos, sino estar flexibles, para permitir el desarrollo del feto.
Las sentadillas se sustituyeron por ejercicios de suelo, que resultan más suaves y, por tanto, más adecuados para el periodo de gestación.
Durante el embarazo, hay importantes variaciones en el nivel de energía, a los que conviene adaptarse. Los días de mayor cansancio conviene relajar el programa, y dejarse llevar por el cuerpo, sin llevarlo nunca al máximo.
No está de más dedicar atención especial a las caderas y a los glúteos, zonas de "alto riesgo" durante los embarazos, ejercitando estas zonas con resistencias.
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