Susanna Griso desvela qué estudian sus hijos mayores y se emociona al recordar la adopción de Dorcette

La periodista, de 54 años, también se siente muy orgullosa de Koudus, un joven de Ghana al que acogió hace tiempo y que ahora es uno más de su familia

Por María Medina

Susanna Griso lleva casi 18 años al frente de Espejo Público. Su día a día comienza muy pronto, a las 4:30 horas, y cuando finaliza su jornada laboral se dedica en cuerpo y alma a su familia. La periodista, de 54 años, tiene tres hijos: Jan, de 20 años, Mireia, de 18, y la pequeña Dorcette, de 11. Además, es madre de acogida de Koudus, un joven del que se siente tremendamente orgullosa. De ellos ha hablado como nunca en Dramma Queen, elpodcast de Pilar Vidal en ABC. "Tengo tres hijos y un chaval proahijado, pero el proahijado ya vuela solo. Está pluriempleado, tiene la edad de mi hijo mayor, 20 años, y le van muy bien las cosas. Es muy trabajador y su gran ilusión es adoptar un niño en Ghana y traérselo el día de mañana, la reagrupación familiar, su hermana a la q está pagando los cursos de peluquería... es un chaval maravilloso se llama Koudus", ha comenzado diciendo. 

Después, Griso ha dado detalles de Jan y Mireia, los dos hijos biológicos que tuvo con su exmarido, el también periodista Carles Torra. "Jan está estudiando Filosofía en Francia, en La Sorbona. Es un chaval impresionante con la cabeza muy bien amueblada, con unas ganas de aprender tremendas, lo lee todo, tiene muchas inquietudes intelectuales.... Parece que tiene claro que quiere ser profesor de Filosofía, lo ha querido ser siempre, pero a saber", ha contado. Mireia, por su parte, está estudiando Filosofía, Derecho, Políticas y Economía. También "escribe muy bien desde pequeña", pero Griso le ha desaconsejado que estudie Periodismo porque "está profesión se está precarizando a machas forzadas". "Yo he tenido mucha suerte, pero vamos a peor, es muy difícil salir adelante", ha opinado.

La mayor preocupación de Susanna Griso como madre adoptiva

En estos momentos, la presentadora vive con Mireia y la pequeña Dorcette, la niña de Costa de Marfil que adoptó en 2018. "Es un genio africano. En una familia tan racional como la nuestra, que venga ese genio africano, que te lo baila todo, la alegría, la pena... cuando se enfada se enfada y cuando está contenta es muy ruidosa... Para mí ha sido una bocana de aire fresco en mi vida. A mí me ha desmelenado bastante", ha dicho sobre la llegada a casa de su hija. 

Griso ha profundizado sobre la adopción de la pequeña, un largo proceso que comenzó en 2010, pero con el que ella había soñado desde siempre. "Tenía muy claro que quería adoptar, pero el caso es que me quedé embarazada de Jan y Mireia vino inmediatamente después. Cuando yo empecé con los trámites del certificado de idioneidad me dijeron que mis hijos tenían que ser más mayores", ha narrado. Tras esperar el tiempo recomendado, quiso adoptar en Etiopía, pero les derivaron a Costa de Marfil. En ese momento, estalló una guerra civil en el país y el proceso se retrasó tanto que hasta la psicóloga que les atendía les recomendó que en algún momento tenían que ponerle fin. "Entonces nos marcamos un plazo. Dijimos que si en septiembre no había salido lo dejábamos, pero yo tenía el presentimiento de que en verano me iban a llamar, y así fue", ha dicho con una gran sonrisa. 

Esa llamada les cambió la vida para siempre. "No sabes si es un niño o una niña, ni siquiera su edad", ha recordado, aunque su rango de edad siempre estuvo entre los tres y cinco años porque ella ya había sido madre biológica y quería que pasaran por la experiencia de ser padres de un bebé aquellas personas que no lo habían vivido antes. Griso sabía que la adopción con niños de cierta edad podría ser más complicada, pero no tuvo dudas a la hora de conocer a Dorcette. "Fue una de las experiencias más bonitas de mi vida porque además decidimos ir a Costa de Marfil con sus hermanos mayores. Fue muy bonito que ellos también viesen las circunstancias en las que ella estaba viviendo. Yo creo que les convirtió en personas mucho más empáticas y ayudaron mucho, a mí me ampararon mucho en la adopción, ellos y su padre, evidentemente, y fue muy muy bonito", ha explicado muy emocionada.

La presentadora también ha recordado qué sintió al ver por primera vez a su hija. "Yo siempre he sido muy feliz cuando he sido madre y con la adopción fue exactamente igual. Yo estaba muy nerviosa, en una salita del orfanato, y cuando apareció... se me pegó. Desde entonces, ha sido una conexión inmensa. Se adaptó muy bien. Se produjo un apego muy fuerte entre las dos. Se paso dos años pegada a mi a todas horas y luego ya se fue soltando", ha señalado. 

Así es Íñigo Afán de Ribera, nuevo amor de Susanna Griso

Su divorcio de Carles Torra

Tras hablar de la maternidad, Susanna se ha sincerado sobre su divorcio de Carles Torra. "No viví el divorcio con rabia, lo viví con dolor porque al final es un proyecto que termina, pero lo que quedaba es un cariño inmenso porque al final es una persona con la que has compartido tantos años... yo estuve 23 años casada, pero fueron 27 años de convivencia", ha manifestado. 

Cuando decidieron separarse, la periodista pensó que su ex siempre iba a formar parte de su vida. "Es el padre de mis hijos, al que quiero mucho, y me propuse cuidarle. Y creo que él también a mí. En ese sentido, la separación ha sido modélica. Nosotros éramos muy buen equipo como pareja y también hemos intentando ser un buen equipo cuando nos hemos separado", ha añadido. 

Lo único que les preocupaba era el bienestar de sus hijos, pero Jan pronunció unas palabras que ayudaron profundamente a la periodista. "Me dijo: No pasa nada, ahora voy a tener la mejor versión de cada uno de vosotros'. Y creo que es así porque al final cuando te separas es porque necesitas tomar algo de oxígeno, reencontrarte a ti misma, y ahora nuestros hijos nos han podido disfrutar de manera individual".

Su nuevo amor

Ahora, el corazón de Susanna late a mil por hora gracias a su novio, el empresario Íñigo Afán de Ribera, con quien comenzó a salir en septiembre de 2022. Desde entonces, no se han separado, pero viven su romance con la mayor discreción posible. "Es muy aventurero, es una persona que ha viajado durante muchos años por el mundo y por eso está muy desconectado de todo, de mi propio mundo también, tiene un interés relativo en lo que yo hago y eso me gusta, me divierte, porque al final, todo lo que a mí me saque de lo que yo hago y no sea el centro, eso es maravilloso", ha dicho sobre él.