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Cantabria ha sido el destino elegido por Virginia Troconis y Manuel Díaz, El Cordobés, para su último viaje. Una escapada primaveral que precede a las vacaciones de Semana Santa en la que han disfrutado de "un fin de semana 10", como ha expresado el diestro en su perfil social, donde ha compartido, de igual forma que su mujer, algunos de los momentos más especiales de estos días. "Amenazo con volver. Gracias por tanto cariño y atenciones", ha agregado sobre su breve pero intensa estancia en 'La Tierruca', donde ambos han exprimido las horas tanto juntos como por separado una semana después del leve percance que sufrió el torero en la corrida de la plaza de toros de Navalcarnero.
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El feliz matrimonio ha comenzado el mes de abril por todo lo alto y el norte de España ha sido el lugar elegido para hacerlo. "'La Tierruca', bonita tierra, buena gente y mucho por conocer... Volveremos", ha confesado la modelo venezolana de 43 años, que ha quedado completamente maravillada de cada rincón y paisaje, así como de la gastronomía típica de la zona. Aunque las sonrisas de la pareja hablan por sí solas, no todo en este viaje ha sido descanso y desconexión, pues tanto Virginia como Manuel han aprovechado para asistir a un importante compromiso.
El Cordobés, de 54 años, fue el invitado estrella de la inauguración de la Feria de la Caza, Pesca y Productos Alimentarios de Liébana, que fue acogida en Potes. Allí, además de ser recibido con los brazos abiertos por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que también ejerció como guía turístico de excepción, coincidió con Poty Castillo, cántabro de nacimiento con el que el torero mantiene una gran relación de amistad desde hace más de 27 años. "El reencuentro no ha podido ser más mágico y, además, en mi tierra. Querido amigo Manolo, qué grande eres. El tío más generoso del mundo", ha escrito el coreógrafo en su cuenta, en la que ha publicado una fotografía abrazado a Manuel Díaz, a quien se refiere cariñosamente como 'el quitapenas'.
En dicho acto, Manuel Díaz, invitado especial de esta edición, cortó la cinta inaugural del recinto, dio el pistoletazo de salida a un programa repleto de actividades y paseó visiblemente feliz por los diferentes espacios de la feria, donde fue ovacionado por los allí presentes. "Día extraordinario", reflexionó Revilla sobre esta jornada cargada de emociones. Además recibió como obsequio un retrato en el que aparece con su progenitor, Manuel Benítez, con quien selló su reconciliación el pasado mes de febrero, poniendo fin a una lucha de toda una vida por ser reconocido como hijo.
Por su parte, Virginia, que eligió un outfit muy conjuntado al de su marido con una blazer cruzada del mismo color verde militar y con solapas similares, se interesó por conocer de cerca la artesanía y tradiciones locales y se fotografió en el córner 'Cantabria entre costuras', uno de los casi cien puestos especializados de las instalaciones, acompañada de varias niñas que lucían trajes típicos.
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Tanto Virginia como Manuel tienen claro que regresarán a la localidad en la que han podido ver de cerca los cerezos en flor, el mar que baña este paraíso terrenal, los paisajes repletos de color y naturaleza, así como las delicias culinarias que disfrutaron incluso en una vajilla personalizada: "Manolo, Virginia, bienvenidos a Cantabria", se leía en el fondo de su plato.
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