Boris Becker relata entre lágrimas su paso por prisión y cuenta la promesa que le hizo su novia

El extenista considera que esta experiencia le ha hecho mejorar personalmente y se centra en disfrutar de la familia

Por Belén Nava M.

Una nueva etapa ha comenzado para Boris Becker, quien ha sido excarcelado después de pasar ocho meses y seis días en dos prisiones diferentes Reino Unido. El tenista, que estando en activo conquistó Grand Slam, ha regresado a su Alemania natal y ha concedido una entrevista televisiva en la que habla por primera vez de su paso por estos centros penitenciarios y de cómo ha cambiado su vida. "Soy un hombre libre, no necesito esconderme", ha asegurado. Al narrar su experiencia ante el periodista Steven Gätjen del canal Sat no ha podido evitar las lágrimas, especialmente al recordar la reacción que tuvo su pareja, Lilian de Carvalho Monteiro, al conocer su condena a dos años y seis meses de cárcel por delitos fiscales.

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Durante todo el proceso legal, Lilian acompañó a Becker en sus citas con la justicia. Ese apoyo incondicional se mantuvo también cuando supo que el exdeportista ingresaría en prisión. "Querida, no tienes que esperarme", le dijo. Pero la analista de riesgos no titubeó. Le dejó claro a su pareja, con el que sale desde 2020, que son un equipo, que no lo dejaría y lo esperaría. Ha cumplido su promesa y ha ido a visitarlo a la cárcel una vez por semana además de hablar por teléfono. "Me miró, me abrazó y me dijo que no dijera tonterías", ha explicado con voz quebrada por la emoción. La ha definido como "el gran amor de mi vida" además de una mujer "muy lista e inteligente" con la que espera estar siempre.

El extenista considera que ha aprendido mucho en estos meses y que estas vivencias lo han convertido "en un hombre mejor de lo que era antes". Ha cerrado ya ese capítulo y se centra tanto en el presente como en el futuro, que espera pasar rodeado de sus hijos: Noah, Elias, Anna y Amadeus. “Todo lo que me motiva es por mis hijos. Espero poder pasar el resto de mi vida felizmente en paz y libertad", ha señalado. Sin embargo, con los dos pequeños no podrá estar mucho tiempo por ahora ya que viven en Reino Unido, país al que actualmente no puede volver debido a sus antecedentes. Tampoco tiene claro dónde fijar su residencia y nombra Miami o Dubai como posibles destinos.

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Un gran susto y su entretenimiento

Al salir de prisión, Becker volvió a su Alemania natal en el jet privado de un amigo. "No pagué el jet, no tengo el dinero. Un amigo mío se ofreció a organizarme el avión privado para que pudiera ir a casa a salvo", dice de este viaje que prepararon meticulosamente. Aterrizó en Suabia, donde le pidieron la documentación pero pasó completamente desapercibido. Desde el aeropuerto  unos amigos lo llevaron a Heidelberg, donde pasó su primera noche en libertad. Durante esa primera velada lejos de la cárcel bebió cerveza y pidió para cenar platos orientales como sushi, sashimi y sopa de miso. Horas antes, en prisión, guardó sus cosas, regaló cerca de 50 libros a la biblioteca del centro y le dijo a muy pocas personas que iba a ser puesto en libertad.

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Estos meses se ha hecho amigo de un par de reclusos con los que cree que mantendrá el contacto para siempre. Pero la relación no ha sido fluida con todos y reconoce que incluso hubo instantes en los que temió por su vida. En la prisión de Huntercombe dice que un hombre que llevaba 16 años allí intentó matarlo. El laureado tenista reconoce que pasar 24 horas en la celda hace ralentizarse el tiempo y sentirte muy solo. Tenía solo un televisor y la rejilla de ventilación estaba rota. Su rutina se volvió más fácil cuando le ofrecieron enseñar inglés y matemáticas. Además, recuerda que al principio intentó pasar desapercibido vistiendo ropa gris y que no fue hasta pasadas tres semanas cuando lució prendas de otros colores.