La jugadora del Atlético de Madrid volvió a los terrenos de juego el pasado mes de enero
La lucha contra la adversidad de la futbolista Virginia Torrecilla: del tumor cerebral que ha superado al accidente que dejó a su madre en silla de ruedas
‘La vida nos ha dado un giro de ciento ochenta grados, pero estamos vivas’
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La de Virginia Torrecilla es la historia de una gran campeona, pero no sólo en los terrenos de juego. La centrocampista del Atlético de Madrid femenino y la Selección española se ha alzado, a sus veintiséis años, como el gran ejemplo de superación en el mundo del fútbol. Y motivos no sobran para que así sea. En mayo de 2020 se le diagnosticó un tumor cerebral del que tuvo que ser operada inmediatamente.
Un cáncer del que se recuperó un año después con radioterapia y quimioterapia, pero sin perder la sonrisa. Con una gran naturalidad y casi un año después de volver a la competición oficial, la jugadora asistió a la celebración del decimoquinto aniversario de la campaña de Ausonia bajo el lema “15 años más cerca” que, en colaboración con Asociación Española contra el Cáncer, apoya a la lucha contra el cáncer de mama.
“Por mi experiencia, sé que el camino es duro y largo. Y habrá momentos en los que quieran tirar la toalla. Pero vale la pena llegar hasta el final”
-Virginia, a raíz de la enfermedad que padeciste hace dos años, ¿te has involucrado más en este tipo de iniciativas y campañas de la que este año eres embajadora junto a Terelu Campos, Marta Sánchez, Chenoa, Almudena Cid y la diseñadora Ana Locking?
-Desde luego. A mí me ayudaron mucho cuando enfermé, así que ahora quiero apoyar a las personas que están pasando lo mismo que yo pasé. Además, esta es una campaña muy bonita porque lo que se pretende es transmitir un mensaje de cariño a las mujeres y los familiares que luchan y han luchado por vencer la enfermedad.
-¿Qué le dirías y aconsejarías a quienes ahora están en la misma situación que pasaste tú?
-Que sean positivos y miren siempre el lado bueno de las cosas. Por mi experiencia, sé que el camino es duro y largo. Y habrá momentos en los que quieran tirar la toalla. Pero vale la pena llegar hasta el final. También que se rodeen de gente buena y que les quiera. Y, sobre todo, que sean valientes.
-¿Cómo estás ahora? ¿Cómo te encuentras física y anímicamente?
-Muy bien. He de confesar que he pasado momentos muy malos, duros y críticos, porque pensaba que no iba a volver a jugar al fútbol, pero voy superándome. He vuelto a entrenar con mis compañeras, he recuperado el peso de mi mejor momento y he vuelto a jugar. Estoy trabajando duro para ser la que era y me voy superando día tras día.
-En todo este proceso, ¿te has sorprendido a ti misma por tu fortaleza?
-Sí. El ser humano no es consciente de lo fuerte que es hasta que la vida le pone en una situación difícil. A mí me tocó ser fuerte, ser valiente y afrontar cara a cara un cáncer. Yo he superado la piedra que me han puesto en el camino y creo que lo he conseguido hacer con creces.
“Hay que vivir el día a día y disfrutar los pequeños momentos porque nunca sabes lo que te puede pasar”
-¿Qué pasó por tu cabeza cuando te dijeron que habías superado el tumor?
-Para mí lo más importante era mi familia. Sabía que tenía que curarme por ellos, porque también es un momento muy duro para las personas que están contigo a tu lado.
-En enero de este año volviste a los terrenos de juego.
-Y eso que me dijeron que no volvería a jugar, que era imposible por los efectos secundarios del tratamiento.
-¿Cómo fue la sensación de disputar de nuevo un partido con tu equipo, el Atlético de Madrid, aunque cayeseis derrotadas?
-Me pareció increíble poder correr de nuevo sobre un campo y estar de nuevo con mis compañeras en el terreno de juego y en los vestuarios después de pasar un proceso tan duro. Me costó asimilar lo que me había pasado, pero estaba feliz. Al final perdimos, pero nunca olvidaré el manteo que me dieron mis compañeras y las jugadoras del Barcelona.
-Una curiosidad, ¿encajas mejor las derrotas ahora que antes?
-Claro que no (risas). Siempre he sido muy competitiva y me enfado, pero luego me tranquilizo y me digo a mi misma que no me puedo tomar las cosas así y que lo que hay que hacer es seguir trabajando para mejorar.
“Aunque la vida no has dado un giro de ciento ochenta grados, estamos vivas”
-¿Has retomado con más ganas tu regreso al fútbol?
-Sí, pero también te digo que he tenido momentos muy críticos en los que he pensado en dejarlo. Sin embargo, el fútbol es mi pasión y la de mis padres, así que trabajo duro para que puedan estar orgullosos de mí.
-¿Sigues una pauta de entrenamiento normal?
-Sí, al cien por cien. Necesito más minutos para coger el ritmo que tenía antes, pero lo voy consiguiendo poco a poco. Cada día voy a más.
-¿Y médica?
-No sigo ningún tratamiento desde que acabé la quimioterapia. Los resultados de las revisiones son positivos y lo único que tengo que tomar es una pastilla antes de dormir.
-Tus objetivos son volver a la Selección española y disputar unos Juegos Olímpicos, ¿te ves con posibilidades?
-Sí, lo he dicho muchas veces. Necesito minutos para alcanzar el nivel que tenía, pero mis objetivos son muy claros y son esos.
“He pasado momentos muy malos, duros y críticos, porque pensaba que no iba a volver a jugar al fútbol”
-A lo largo del tiempo que estuviste apartada del fútbol, has recibido numerosos mensajes de ánimo de compañeras y otros deportistas, ¿has sentido el cariño de todos elevado a la enésima potencia en este tiempo?
-No sé si ha sido porque soy una persona conocida, pero sí he sentido muchísimo cariño. También ellos tienen una pequeña parte de “culpa” de que todavía esté aquí. Me han ayudado en todos los aspectos y nunca les estaré suficientemente agradecida por ello.
-Por si fuera poco, a mediados del año pasado, sufriste un accidente de tráfico en el que tu madre quedó gravemente herida con una parálisis de medio cuerpo para abajo.
-Sí, es lo peor que me ha pasado en la vida, un momento muy duro y complicado porque ella había venido a Madrid para cuidarme a mí y sucedió eso.
-¿Cómo se encuentra ahora?
-Está en silla de ruedas. Pero, aunque la vida no has dado un giro de ciento ochenta grados, estamos vivas. Gracias a lo que hacemos, la vida nos sonríe a día de hoy y eso es lo más importante.
-¿Alguna vez te ha pasado por la cabez la frase de “por qué todo a mi”?
-Claro que sí. Pero no hay respuestas para eso. Como decía antes, la vida te pone piedras en el camino y tienes que sortearlas.
-¿Cómo es la Virginia Torrecilla de hoy día? ¿Ha cambiado mucho tu manera de ver la vida?
-Mucho. Desgraciadamente, he vivido situaciones muy complicadas, pero he aprendido muchas cosas y para bien. Por ejemplo, que hay que vivir el día a día y disfrutar los pequeños momentos porque nunca sabes lo que te puede pasar. Yo lo hago y eso me ha hecho ser mejor persona. Soy una Virginia renovada y que mira la vida de otro color.
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