Mundo Singular
Playas donde el hombre y el reino animal conviven en armonía
Perros socorristas en una playa romana y delfines, tortugas y pelícanos en una playa australiana
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Los mejores vigilantes de la playa en Roma: la auténtica patrulla canina
La playa de Riva dei Tarquini, al norte de Roma, cuenta desde hace un tiempo con unos audaces socorristas, que no tienen el aspecto de los vigilantes de la playa de la famosa serie de los noventa, pero sí salvan vidas como ellos.
Esta patrulla canina, llamada la Scuola Italiana Cani Salvataggio, está formada por un grupo de perros de diferentes razas, que, tras varios años de duro entrenamiento, son capaces de sacar a la gente del agua e incluso pueden saltar desde un helicóptero para rescatar a todo el que necesite ayuda en el mar. Desde que patrullan estas playas, han salvado muchas vidas y ya son imprescindibles.
Así es Monkey Mia, la famosa playa australiana donde animales salvajes y humanos se relacionan
Es una playa única en el mundo, ya que no existe otra con tantos animales salvajes que interactúen con los humanos. Situada en el parque natural de Shark Bay, en Australia occidental, en Monkey Mia, sus inquilinos campan a sus anchas y se acercan con curiosidad a ver a los turistas. Cada mañana, muchos delfines nadan a la orilla para saludar y comer el pescado que les ofrecen los visitantes, quienes también se cruzan a cada paso con pelícanos, tortugas, canguros saltando por la arena y hasta emús (justo abajo). Ninguno tiene miedo y conviven perfectamente con los humanos.
Cuando llega la noche... se dispara la imaginación
Los atardeceres y la luna deben de ser los objetos más fotografiados de la naturaleza, ya sea en la ciudad o en entornos tan idílicos como una playa. Abajo, el paso de la luna llena por detrás del Arco del Triunfo, de París, en una noche despejada inspiró al fotógrafo Thierry Legault para captar una de las imágenes más singulares que se puedan ver de la capital francesa.
La misma paciencia hay que aplicar para captar un fenómeno solar conocido como Manhattanhenge (debajo), que solo se presenta dos veces al año, y sin avisar, tres semanas antes del solsticio de verano y tres semanas después. El sol, al desaparecer y dar paso a la noche, se alinea a la perfección en el horizonte desde la calle 14 hasta la 57 de Nueva York.
Abajo, a la izquierda, el fotógrafo Norm Stephens pudo registrar el fenómeno conocido como “escalera a la luna”, en la ciudad costera de Broome, en Australia occidental. A medida que la luna llena fue surgiendo por el horizonte, su luz se reflejó en los sucesivos relieves de la enorme extensión de arena que dejó la bajamar en la bahía Roebuck, creando una impactante ilusión óptica de escalones que parecen alcanzarla. A la derecha, los 48 colores de la luna a lo largo de la noche sirvieron a la astrofotógrafa italiana Marcella Pace para hacer esta composición que los muestra todos. Los colores no dependen del satélite, sino de la atmósfera de la Tierra.
Flamencos ‘fugitivos’ y aves de ocho patas, las imágenes más fascinantes del reino animal
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