En plena promoción de su nuevo tema, ‘Fama’
Hablamos con Natalia, de ‘OT’: de su nuevo novio a su aterrizaje de emergencia tras la boda de Chenoa
‘Gracias a Dios, todo terminó bien, pero pensaba que no salíamos del avión’
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Aún con el miedo en el cuerpo, aunque intentando tomárselo con algo de humor, Natalia, la popular cantante que se dio a conocer en la histórica primera edición de Operación Triunfo, nos habla del accidentado vuelo que vivió a su regreso el pasado sábado, 18 de junio, de Mallorca, donde asistió a la boda de su amiga, Chenoa, con el prestigioso médico Miguel Sánchez Encinas. Era la propia artista quien relataba, en su cuenta de Tik Tok, la terrible experiencia que vivió en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. “Hemos tenido un aterrizaje de emergencia. Cuando íbamos a tocar tierra, pero ya tocando tierra, hemos tenido que despegar otra vez. ¡Unas turbulencias! Luego hemos vuelto a aterrizar y ha sido un aterrizaje horrible, y además el avión se ha quedado parado en medio de la pista”, explicaba la gaditana.
Cinco días después, Natalia nos cuenta cómo se encuentra tras el susto que se llevó : “En ese momento, pensé que iba a morir. Imagina estar sentada en tu asiento del avión y que, cuando está a punto de tomar tierra, vuelve a levantar de nuevo el vuelo sin que ni el piloto ni los tripulantes de cabina te expliquen lo que está pasando. Estuvimos dando vueltas media hora por el cielo de Madrid sin saber nada. Luego nos enteramos, por el twitter de AENA, que todo podría haberse debido a un fallo en el fuselaje, pero lo que te pasa por la cabeza en momentos así es terrible. Gracias a Dios, todo terminó bien, pero pensaba que de ahí no salíamos”.
Hace una pausa y continúa recordando: “Empecé a pensar que nos podríamos estrellar contra otro avión o que nos podríamos quedar sin combustible dando tantas vueltas. Esos pensamientos, que me iban pasando por la cabeza, me provocaron un ataque de ansiedad. No paraba de llorar. Afortunadamente, tenía una chica a mi lado, de unos quince años, que me cogió de la mano mientras intentaba tranquilizarme”.
De lo que no cabe duda es de que, tal como ella afirma, se le han quitado las ganas de volar durante un tiempo: “La verdad es que he tenido mala suerte porque, por culpa de mi aerofobia, había estado diez años sin volar. Cada vez que tenía que ir a Ibiza, viajaba en barco. Y si me salían trabajos que me obligan a coger vuelos, por ejemplo a las Islas Canarias o fuera de España, no los cogía. Con ayuda con las terapias con psicólogos y de algún que otro cursillo con Iberia, que me llegó a costar hasta seiscientos euros, había empezado a perder un poco el miedo a volar desde hace unos tres años. Aunque con ayuda de una pastilla para ir dormida, había volado incluso a la República Dominicana hace nada. Mira por donde, me ha pasado esto. ¡Qué faena!”.
No son, de todos modos, todo sobresaltos en la vida de Natalia, que, desde principios de año, vive una nueva ilusión sentimental con Manuel Alves, un apuesto joven que ha trabajado como modelo y, en la actualidad, está al frente de la gestión del restaurante Ramsés y la taberna Patio de Leones, dos populares locales del centro de Madrid. Ambos mantienen una discreta relación descubierta por ¡HOLA! y que la cantante no quiere catalogar por ahora: “Me encantaría decir que es mi novio o que es el hombre de mi vida, pero, después de mis experiencias y rupturas anteriores, voy más tranquila y con pies de plomo en los temas del amor. Lo que tenga que ser, será, pero aún es muy pronto para hablar de ello. Lo que estoy haciendo es dejarme llevar y disfrutar cada momento”.
Todo eso, claro está, hasta que llegue su día soñado: “Me fliparía casarme en la finca que mis padres tienen en Sanlúcar de Barrameda. Es un lugar precioso lleno de granados y con un maravilloso palacete de estilo árabe blanco y azul. Es donde me crié y donde me gustaría darle el “sí, quiero” al hombre de mi vida. Ojalá ese sueño se haga realidad algún día”.
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