Britney Spears está más de cerca de conseguir su ansiada libertad. Las últimas horas han sido decisivas y, después de más de un año de batalla en los tribunales, hemos conocido una noticia que lo cambia todo. Su padre está dispuesto a cumplir sus deseos y renunciar a la tutela legal que lleva ejerciendo sobre la cantante desde 2008, aunque, eso sí, lo hará a su manera. La abogada de Jamie Spears, Vivian Lee Thoreen, pesentó este jueves unos nuevos documentos en los que asegura que "no hay motivos reales para suspender o destituir al Sr. Spears como gestor de su patrimonio" y, de hecho, no creen que sea "lo mejor para los intereses de la Sra. Spears" en este momento. Sin embargo, su padre "está dispuesto a renunciar cuando sea el momento adecuado, pero la transición debe hacerse de manera ordenada". "Para alcanzar ese resultado, la Corte debe motivar a todas las partes interesadas a reunirse y dialogar para resolver los asuntos pendientes en el mejor interés de la Sra. Spears", puede leerse en los documentos.
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La abogada de Jamie Spears afirma que su padre ayudó a su hija en un momento en el que estaba "en crisis y necesitaba ayuda desesperadamente" después de vivir mucho tiempo "sufriendo mental y emocionalmente" y "siendo manipulada por depredadores", además de sufrir dificultades económicas. "El Sr. Spears fue al rescate de su hija para protegerla (...) Independientemente de su título formal, el Sr. Spears siempre será el padre de la Sra. Spears, siempre la querrá incondicionalmente y siempre velará por sus intereses", dice el documento. Jamie "tiene la intención de trabajar con el Tribunal y el nuevo abogado para preparar una transición ordenada a un nuevo tutor" y, de hecho, asegura que el padre de la intérprete de Toxic "ya trabajó en esa transición" con el tribunal anterior.
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En los documentos presentados por Vivian Lee Thoreen también puede leerse una crítica directa hacia su exmujer, Lynne, quien previamente había presentado una petición instando a la corte a permitir que su hija contrate a su propio abogado, afirmando que Britney tiene "miedo y odio" por su padre. "En lugar de criticar al Sr. Spears, Lynne debería agradecerle por ocuparse del bienestar de la Sra. Spears" y estar pendiente de ella "las 24 horas del día, los siete días de la semana, lidiar con asuntos cotidianos y de emergencia, todo para proteger a la Sra. Spears y a quienes la rodean". "Lynne ha tenido una participación limitada en la vida de la Sra. Spears durante los últimos trece años. No ha sido una figura materna en su vida durante décadas", dice de manera contundente.
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Tras conocer la decisión de Jamie, la revista People ha podido hablar con una abogada de la madre de Britney, quien asegura que: "Está contenta de que haya aceptado renunciar. Lynne entró a formar parte de su tutela para proteger a su hija hace casi tres años", dijo la abogada en un comunicado. "Ha conseguido su propósito".
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El nuevo capítulo de la batalla de Britney en los tribunales se produce semanas después de que el abogado de la artista presentara una petición para destituir a Jamie como tutor y solicitara que asumiera el cargo el experto en contabilidad Jason Rubin. "La Sra. Spears tiene la capacidad suficiente para elegir a su propio asesor legal, también tiene la capacidad suficiente para hacer esta propuesta", dijo su abogado Mathew Rosengart. Su petición fue rechazada por la jueza que supervisa su tutela legal, al igual que su soliciud de que se adelantara la fecha de la próxima sesión del juicio (está prevista para el 29 de septiembre y querían que se celebrara el 23 de agosto). "Aunque esperar dos meses para una audiencia puede no parecer significativo en el contexto de 13 años, la Sra. Spears no debe verse obligada a seguir sintiéndose traumatizada, estar sin dormir y sufrir más".
La cantante, que recientemente anunció que se retiraba de la música hasta que consiga liberarse de la tutela de su padre, ofreció el pasado 23 de junio un conmovedor testimonio sobre todo lo que ha vivido durante estos últimos años y se mostró muy tajante al segurar que su padre "debería estar en la cárcel" por todo lo que ha hecho. El testimonio de la cantante, de 39 años, no dejó indiferente a nadie. Frases como: "No estoy contenta. No puedo dormir. Estoy enfadada y deprimida. Lloro todos los días", conmovieron al juez y a todos los que la estaban escuchando, ya que la intervención de Britney fue por teléfono. Con el firme propósito de recuperar las riendas de su vida, la intérprete de éxitos como Oops!... I did it again o Baby one more time, dijo que quería presentar cargos contra su padre haciendo referencia a la "maldita crueldad" con la que ha llevado su tutela. Uno de los momentos más duros para Britney fue cuando tuvo que hablar de que en este tiempo no ha podido cumplir su sueño de volver a ser madre. "Me gustaría avanzar y quiero poder casarme y tener un bebé. Ahora mismo tengo puesto un DIU para no quedarme embarazada. Quiero quitármelo para intentar tener otro bebé, pero este supuesto 'equipo' no me deja ir al médico porque no quieren que tenga hijos, más hijos. Básicamente, esta tutela me está haciendo mucho más mal que bien".
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Durante las últimas semanas, el movimiento #FreeBritney ha salido a la calle y ha llenado las redes de mensajes con los que sus fans más incondicionales la defienden de todo y de todos. Han celebrado los éxitos que ha conseguido la estrella de la música y, además, se alegran de ver que poco a poco va recuperando la normalidad en su vida. De hecho, después de muchos años, esta semana ha sido fotografiada conduciendo su propio coche, un Mercedes blanco, en los alrededores de su casa en Los Ángeles. En julio, también disfrutó de unos días de vacaciones en Hawaii acompañada de su novio, Sam Asghari, con quien mantiene una relación desde 2016.
