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Para muchos supersticiosos el trece es sinónimo de mala suerte, pero para María Castro este número siempre será importante puesto que marca el inicio de su relación con José Manuel Villalba, el hombre con el que ha formado su propia familia gracias a la llegada de sus dos niñas, Maia y Vega. Este viernes la pareja celebraba su séptimo aniversario, una significativa jornada en la que la actriz recordaba con gran sentido del humor cómo discurrió la cita en la que se dieron su primer beso. "Felices 7 años desde aquel beso, mi amor. Aquel beso que no te robé pero sí imploré con un: ¿entonces me besas ya, o qué? Tenía tan claro como ahora que juntos íbamos a formar una familia tan bonita como la que tenemos", escribía. A juzgar por sus palabras, parece que tuvo claro desde el principio que había encontrado en su compañero -se conocieron en las grabaciones de la serie Vivo cantando- iba convertirse en alguien esencial para ella.
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María, que va a cumplir 39 años el próximo 30 de octubre, es muy discreta en cuanto a su matrimonio ya que José Manuel siempre ha optado por mantenerse en un segundo plano. Sin embargo, con motivo de esta señalada fecha para ambos, ha dado más detalles de cómo es el día a día en su domicilio y ha presumido de la gran complicidad que existe entre ellos a pesar de lo mucho que ha cambiado sus vidas con la paternidad. "Lo cierto es que en ciertas cosas nos parecemos como un huevo a una castaña jajajaja, pero va a ser verdad eso de que los polos opuestos se atraen. Complementarse y amarse ha sido siempre el mejor de los antídotos. Porque sigamos sacando tiempo para mirarnos así, entre cambios de pañales y millones de 'mamá' y 'papá' al día. Que sepas que cuando no me ves, muchas veces yo te miro y sigo sintiendo eso que me hizo agarrar tu mano", ha explicado la protagonista de títulos como Amar es para siempre, Tierra de lobos o Sin tetas no hay paraíso.
Ahora ambos están volcados en sus hijas, que han completado su felicidad y han llenado la casa de alegría y actividad. Maia, de cuatro años, se deshace en mimos y atenciones con su hermanita, que con un mes y medio se ha convertido en su mundo. De hecho, fue ella quien quiso que la pequeña se llamara Olivia y a sus papás les encantó la idea. Eso sí, les costó un tiempo llegar a un consenso puesto que al principio se empeñó en que tenían que ponerle Moma, en honor a su perrito que se llama Momo y es uno más de la familia. Durante los nueve meses de embarazo, la niña estuvo ensayando con una muñeca que se llama igual que la bebé para estar completamente preparada para el momento de su llegada.
Una pedida sorpresa y una boda de tres días
Escasos días después de cumplir su cuarto aniversario, María Castro visitaba El Hormiguero para hablar de trabajo, una entrevista en la que aparecía por sorpresa José Manuel para pedirle matrimonio. En septiembre del año siguiente ese compromiso se sellaba con una romántica boda en la que compartieron protagonismo con su primogénita, Maia. Los artistas se convertían en marido y mujer en el Parador de Baiona, donde organizaron un enlace temático con música típica de la zona y una decoración inspirada en el cine. Además, la fiesta duró tres días puesto que hubo una preboda en la que reforestaron una de las zonas más devastadas por los incendios de Galicia y también una postboda en la que recorrieron en barco las Islas Cíes.
María Castro y José Manuel Villalba presentan a su hija Olivia
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