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María García de Jaime y Tomás Páramo se conocen desde los dieciséis años y cuando solo tenían veinte se convirtieron en padres de un niño, el pequeño Tomás. Entonces, decidieron empezar a contar la vida de su “little young family” (pequeña joven familia) en las redes sociales. Lo que no imaginaban es que sus historias engancharían a tanta gente. Hoy, con solo veinticuatro, ya son una de las parejas de influencers más queridas de internet, con una legión de seguidores.
Hace casi un año, María y Tomás escribieron el capítulo más importante de su historia de amor: protagonizaron una de las bodas del verano, rodeados de amigos como María Pombo y Victoria Federica de Marichalar. La joven pareja vive conectada a las redes, donde nos cuentan sus alegrías y aventuras. Por eso, TAG Heuer, que acaba de lanzar el nuevo TAG Heuer
Connected, el reloj inteligente más lujoso del mundo, los ha elegido para protagonizar este reportaje, en el que hacen balance de su primer año de casados y nos cuentan cómo es vivir “superconectados”.
Estáis a punto de cumplir un año de casados. ¿Qué balance hacéis?
MARÍA: Muy positivo. Ha sido un gran cambio para nosotros…
TOMÁS: Llevábamos mucho tiempo viviendo una vida juntos, pero a la vez también estábamos separados. Cuando nació nuestro hijo, Tomás, empezamos a vivir una semana en casa de los padres de María y otra semana en la de mis padres. Ella estaba más cohibida en mi casa, y yo en la suya. Hasta que no nos casamos, no empezamos a construir nuestro hogar y
nuestra familia. Ahora tenemos nuestra casa y una convivencia más libre. Es una etapa ilusionante, en la que estamos siendo nosotros mismos más que nunca.
M: La convivencia está siendo muy fácil, porque ya nos conocíamos mucho. No ha habido sorpresas (risas). Pero ahora somos nosotros al cien por cien.
¿Cómo habéis pasado estos meses de confinamiento?
M: En casa de los padres de Tomás. Nos fuimos al campo antes de que se declarara el estado de alarma y estuvimos muy bien: en familia, con nuestro hijo, rodeados de naturaleza.
T: Dentro del horror de esta pandemia, y siendo conscientes de la tragedia, hemos tenido la suerte de estar en un entorno natural y con nuestra familia. Todos los días podíamos ver el atardecer. También hemos sacado un máster en repostería…
M: Y otro en directos de Instagram (risas). Nos hemos dado cuenta de lo que de verdad importa: la familia, la salud… Yo creo que todo el mundo se ha dado cuenta de lo importante.
T: Si no hubiera ocurrido esta pandemia, no habríamos hecho este parón. En 2015 nos enteramos de que María estaba embarazada y entonces entramos en una vorágine: ser padres con 19 años, renunciar a muchas cosas y ganar otras, hacer la carrera en la universidad a contracorriente, empezar a trabajar en este mundo… Este parón nos ha servido para darnos cuenta de lo que importa.
El nuevo reloj TAG Heuer Connected es para gente hiperconectada, como vosotros. Tiene acceso a correo electrónico y mensajes, agenda, música… ¿Quién de los dos está más conectado?
M: ¡Tomás!
T: Eso es verdad, yo estoy más enganchado.
M: Este trabajo no tiene horarios ni días de la semana. Todo lo quieren para ayer, y hay que estar pendientes de nuestra comunidad… pero siempre encontramos un momento para nosotros, para la pareja y la familia.
Y, ¿qué hacéis para desconectar?
T: A mí me encanta dejar el móvil e irme a la naturaleza y ver un atardecer. Yo podría llenar mi vida de atardeceres (risas). Y me encanta montar a caballo. Pero lo que más me ayuda a desconectar es la oración. Yo soy muy creyente y mis momentos de rezo y mis visitas al Santísimo me ayudan mucho a priorizar.
¿Hay un día en el que estéis totalmente desconectados?
T: Cuando nos vamos de retiro espiritual, que lo solemos hacer una vez al año, apagamos el teléfono móvil de viernes a domingo. Eso es como volver a empezar, nos da mucha energía.
M: Luego de un retiro cogemos todo con más ganas e ilusión.
Hay una gran conexión entre vosotros. ¿Cuál es el secreto?
T: Somos totalmente distintos, pero muy parecidos.
M: El secreto de una relación sana es la confianza, el respeto y el amor. Nos entendemos muy bien.
T: A veces no hace falta ni que hablemos. Con una mirada nos entendemos. Y compartimos muchas cosas, disfrutamos de lo mismo. Tenemos los mismos valores y nos llenan las mismas cosas.
Trabajáis juntos, vivís juntos… ¿No necesitáis un momento sin el otro?
T: A veces le digo a María que necesito unas vacaciones (risas).
M: ¡Y yo! Hacemos planes con nuestros amigos, pero el problema es que también compartimos eso (risas). A veces cada uno se va por su cuenta.
¿Hay competencia entre vosotros?
T: ¿Competencia? Es imposible, María me gana por goleada en las redes.
M: Tomás me ayuda en absolutamente todo. Mi perfil no sería mi perfil sin su ayuda. Yo soy muy racional y él es más artístico. Nos complementamos muy bien.
Y, ¿quién se cuida más físicamente?
M: ¡Yo!
T: Ojo, este año yo me estoy cuidando un poco más (risas).
M: Hasta en eso nos ayudamos. Si no fuera por Tomás, yo no iría al gimnasio.
¿Quién es más puntual?
M: ¡Yo! En mi casa la puntualidad era una cosa muy importante. Mi padre nos adelantaba el reloj cinco minutos para llegar a tiempo a todo. Era la típica que llegaba al colegio media hora antes.
T: Voy a matizar. María era puntual, ahora no lo es tanto (risas).
¿Cómo os imagináis en el futuro?
T: Seguiremos con las redes sociales, porque es donde nos hemos dado a conocer, pero queremos crear algo nuestro. Y también estamos muy involucrados en proyectos solidarios y queremos seguir por ahí. Tenemos la suerte de tener un altavoz muy grande y queremos usarlo de manera constructiva.
M: ¡Y queremos tener una familiar numerosa! Nos encantaría. Nuestro sueño es tener muchos hijos.
¿Cómo es la relación de vuestro hijo con las tecnologías?
M: Siempre le decimos que se nos ha estropeado el teléfono para ver dibujos. Nuestro hijo nos ve conectados, se da cuenta, pero intentamos que esté poco tiempo con el móvil o la tablet. Por suerte, es un niño creativo, con una imaginación increíble.
¿Cuál sería vuestra reacción si el pequeño Tomás os dice que quiere ser influencer?
T: Lo entendería, porque es una profesión como cualquier otra.
M: A nuestros padres les costó mucho entender nuestro trabajo. Ahora, nos siguen (risas). Si un día nuestro hijo nos dice que quiere ser influencer, estaremos encantados.
Sois amigos de María Pombo, que acaba de anunciar que sufre esclerosis múltiple. ¿Cómo habéis recibido la noticia?
M: Se lo ha tomado de una manera tan positiva, que nos lo ha hecho muy fácil. Tiene una actitud increíble.
T: Le han venido dos cosas, el embarazo y la esclerosis, una de cal y una de arena. Las tres hermanas han convivido con la enfermedad desde pequeñas y nos han hecho ver que se puede vivir con la esclerosis. Al principio, María tuvo unos días muy duros, pero nos lo ha transmitido de una manera muy positiva. A veces, hasta bromeamos. Sabe que cuenta con nosotros para todo.
Y vuestra amiga Victoria de Marichalar es toda una it girl. ¿Cuándo se hará influencer?
T: Ella no necesita ser influencer, pero desde luego que tendría un éxito increíble. Lo petaría porque es muy natural.
M: Es una influencer de la vida.
Fotos: Omar Ayassi
Estilismo: María Parra
Peluquería: Patrizio Nicolai para ICON
Maquillaje: Lucía Pando para Guerlain
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