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La periodista Adela González, que actualmente trabaja en la ETB tras haber formado parte de laSexta durante años, ha escrito una emotiva carta en el periódico Noticas de Navarra para dar las gracias al personal sanitario que cuidó de su hija Andrea durante la batalla que no pudo ganar al cáncer. La comunicadora vasca ha relatado cómo su vida cambió de la noche a la mañana cuando los médicos de la niña descubrieron "una masa en la pared costal" y pusieron nombre y apellido a la enfermedad: sarcoma de Ewing. "Los que tenemos miedo ahora somos nosotros. Nuestra niña sana de 6 años tiene un tumor raro con mal pronóstico", recuerda Adela.
A partir de ese momento, la pequeña se sometió a diversos tratamientos y cirugías durante casi un año. "No imaginábamos que un cuerpo tan pequeño y mermado por un tumor sería capaz de capear semejante temporal, y lo hizo", añade, antes de recordar cómo "la cirujana Estíbaliz Solórzano y su equipo le salvaron la vida la primera vez en septiembre de 2018". Después de varios meses peleando, "el tumor nos dio una tregua" y pudieron disfrutar "de un verano maravilloso". Sin embargo, el pasado mes de noviembre "volvimos a la lucha, que nos llevó hasta un ensayo clínico en el Vall D'Hebron, pero nada se pudo hacer y este mes de mayo, el 'dragón' ganó la batalla", escribe.
Adela ha publicado esta carta para "enviar un gracias infinito a un Servicio y Personal Sanitario y Educativo PÚBLICOS que son un tesoro y que no siempre valoramos en su justa medida" y "concienciar de que el cáncer nos puede tocar a cualquiera y que intentar acabar con él es cosa de tod@s".
La periodista ha dado las gracias a todos aquellos que hicieron más llevadera la enfermedad de su pequeña. Médicos, enfermeras, voluntarios que entretenían a la niña con talleres de música, manualidades... a los profesores que seguían enseñándola en casa y en el hospital, al equipo de paliativos "que aliviaron sus últimos días" y a los que consiguieron que cumpliera uno de sus sueños. "El mayor deseo de Andrea era tener un perro, los adoraba. Y en sus últimos días pudo ser dueña de dos, de Sugus y de Arin, gracias a Iñaki, Marina y Mireia, y también a Larraitz y familia. 'El mejor día de mi vida', solía decir cuando los sacaba a pasear con la bomba de morfina pinchada en un brazo. Así era Andrea, sacando chispas a la vida", relata con cariño.
Para finalizar se acuerda de aquellos familiares y amigos que no les han soltado de la mano en este difícil camino. "Gracias por esos mensajes en forma de arcoiris, sirenitas, egun on, corazones de todos los colores... cuando el que nosotros enviamos de vuelta, antes y más ahora, es solo uno, uno roto", concluye.
Adela González firma esta carta junto a su marido, Mikel Mas. La pareja tiene otro hijo, Eneko, que les ayudará a reponerse de la terrible pérdida de la pequeña Andrea, a quien su madre dedicó estas palabras tras su muerte. "¡Y el mundo se puso a sus pies! ¡Hasta siempre, vida mía!".
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