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El sexto programa de MasterChef 7 arrancaba con una inesperada sorpresa. Tras sufrir una aparatosa caída, Josecho, el aspirante más veterano del concurso, se veía forzado a abandonar el 'talent' culinario, mientras que Samira, una de las cocineras que se quedó a las puertas del casting entraba en su lugar para sustituirle. En la primera prueba de la noche, los cocineros se enfrentaron al cocinado por relevos, turnándose en los fogones cada diez minutos para preparar un royal de liebre acompañado de puré de lombarda, castañas y patatas asadas. Los mejores en preparar este complejo plato, creación de Luis Lera, chef del restaurante zamorano Lera, fueron Valentín y Carlos que, como viene siendo habitual en la dinámica del concurso, se convirtieron en los líderes del siguiente reto.
La prueba de exteriores fue algo mejor. Los concursantes se desplazaron al País Vasco, concretamente a San Juan de Gaztelugatxe, en Vizcaya, localización muy popular a nivel mundial en la actualidad tras haberse convertido en la ficticia fortaleza de Rocadragón, en Juego de Tronos. Allí, los aspirantes prepararon un menú elaborado por Eneko Atxa (5 estrellas Michelin) para 25 de los mejores chefs vizcaínos y sus madres por el Día de la Madre. "Se os dan mucho mejor los retos imposibles que los platos fáciles", decía Jordi a los concursantes. "Enhorabuena a los capitanes", añadía. Aun así, el equipo azul lo hizo mejor que el rojo, que terminó enredándose en el preparado de los platos y hubo algunas complicaciones a la hora de las entregas.
Así, Carlos, Teresa, Marcos, Natalia y Carmen tuvieron que enfrentarse a la prueba de nominaciones. Aitana, la mejor de la prueba de exteriores, fue la encargada de decidir los ingredientes y los tiempos de preparado (50, 40, 30 y 20 minutos) que tendrían los nominados para elaborar sus platos. El supermercado de MasterChef se transformó en una lonja con pescados de grandes dimensiones. Para superar este reto, los delantales negros contaron con los consejos de Aitor Arregui, chef con una estrella Michelin en el restaurante Elkano (Guipúzcoa) y todo un experto en productos del mar.
Teresa, que fue la que menos tiempo tuvo, realizó el mejor de los platos. La aspirante no se complicó y, en sus 20 minutos de cocinado, preparó un ceviche de corvina que sorprendió a los jueces. "El pescado es uno de los mejores ingredientes que tenemos en nuestro país. Lo más importante era sacar el máximo partido al producto y respetarlo. Teresa y Carlos lo han hecho, podéis subir a la galería", decían tras deliberar unos minutos y anunciar el nombre del expulsado. "El aspirante que no continua en las cocinas de MasterChef es… Carmen", decía Pepe Rodríguez provocando las lágrimas de sus compañeros. La expulsada se mostró optimista y reconoció que fuera del programa iba a dedicarse a la repostería y que le gustaría que su amiga Natalia ganase esta edición de MasterChef.
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