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En junio de 2011, Kiko Rivera se vio obligado a abandonar el reality Supervivientes debido a los fuertes dolores que le provocaba el severo ataque de gota que sufrió durante su estancia en Honduras. Su madre, Isabel Pantoja, acudía entonces al plató para dar la bienvenida al DJ, convirtiéndose en la auténtica protagonista de la noche. Casi ocho años después, la situación podría volver a repetirse si, finalmente, Rivera ha de poner fin a su paso por la casa de Guadalix de la Sierra. Una mala noticia, sin duda, dado el buen concurso que ha hecho hasta el momento.
Y es que la escasa alimentación -debido a que en las últimas semanas los concursantes no han logrado superar las pruebas y, por tanto, cuentan con un presupuesto reducido para hacer la compra- ha sido la causa principal del ataque de gota que sufrió Kiko Rivera hace solo unos días. Durante la última gala, ya se dejó ver ayudado por una muleta. Para tranquilidad y alivio de sus seguidores, dejó claro que él iba a intentar llegar hasta el final y que en sus planes no estaba abandonar. "Estoy bien, ¡no me voy de aquí ni muerto!", espetó entonces.
Con todo, los médicos de la productora responsable del reality de convivencia están muy pendientes de la evolución del DJ y serán ellos los que determinen si el hijo de la tonadillera, convertido ya en uno de los finalistas de Gran Hermano Dúo, se encuentra en plenas facultades para continuar dentro de la casa o, por el contrario, ha de abandonar cuando faltan apenas tres semanas para la gran final.
En estos dos meses y medio de reality, Kiko Rivera ha protagonizado algunos de los momentos más emotivos de todo el programa. El pasado jueves, por ejemplo, recibió la visita de su hermana, Isa Pantoja, lo que llevó a su primera aparición juntos en televisión. Ambos se deshicieron en elogios, alegría desbordada, abrazos y mucha emoción. "Eres un ejemplo de superación para mí y, aunque tu no lo sepas, has ayudado a muchas personas. Estamos todos muy orgullosos de ti", deslizó Isa al DJ.
Las palabras de la hija de Isabel Pantoja hacían referencia a la dura confesión que había hecho Kiko Rivera semanas atrás y que tenían que ver con la adicción a las drogas a la que tuvo que hacer frente. "En un determinado momento de mi vida, y de donde viene gran parte de mi depresión, tuve adicción a las drogas. Lo pasé muy mal. Tenía unas compañías muy malas. Todos los bajones que tuve en mi vida pensaba que se iban a solucionar con eso. Gracias a mi mujer, a mi madre y a mis amigos de verdad he conseguido salir de ese mundo", reconoció. Sin duda, su sinceridad, su honestidad, su sentido del humor, el hecho de que se le esté conociendo mejor y su imagen actual se aleje de aquella a la que nos tenía acostumbrados le han convertido en una de las mejores opciones para alzarse con el triunfo. Habrá que esperar para ver si los médicos opinan lo mismo.
La confesión más dura de Kiko Rivera
Kiko Rivera habla arrepentido de sus problemas económicos, por los que no pudo ayudar a su madre
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