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Ben Affleck ha revolucionado a sus fans españoles en su visita a nuestro país. El célebre actor de Hollywood ha presentado en los Cines Callao, Triple Frontera, una película de acción que protagoniza junto a Charlie Hunnam y con la que aterriza en el universo de las plataformas en 'streaming'. Haciendo gala de una gran cercanía, y un inmejorable sentido del humor, el intérprete Batman enamoró literalmente a los reporteros presentes en la premiere con su peculiar manera de hablar español: "Hablo del inglés al español y por eso lo hago como un niño de ocho años. Tengo un mal español que aprendí en México y lo único que sé decir bien son las palabrotas. No os va a gustar mucho como hablo vuestra lengua porque lo hago fatal".
Un curioso dominio del castellano que no le impidió tratar algunos pormenores de su último trabajo con los medios: "Todos los compañeros han sido muy buenos y muy simpáticos durante el rodaje, pero tal vez el más divertido para mí ha sido Pedro Pascal". Del mismo modo, la estrella de la interpretación no tuvo inconveniente en desvelar detalles de un pasado en el que el glamour hollywoodiense brillaba por su ausencia. Ante la pregunta del reportero acerca de qué había llegado a hacer en su vida por dinero, Ben dudó unos segundos antes de sacar a la luz su pasado, aunque finalmente volvió a mostrar una gran sinceridad: "He hecho cosas 'regulares' antes de ser actor, como camarero, en la construcción, pero nada muy interesante, no muy glamouroso". El flamante protagonista de Pearl Harbor dejaba claro así que sus comienzos profesionales arrancaron muy lejos de los focos y las alfombras rojas.
Desde entonces ha pasado mucho tiempo y, en la actualidad, el que fuera expareja de la artista Jennifer López, además de su prolífica carrera de actor, también ha cosechado éxitos tras las cámaras dirigiendo algunos grandes títulos,como Argo. Una doble vertiente profesional que ha desarrollado con buenas críticas, aunque tiene muy claro cuál de ellas es más fácil para él: "Creo que para cualquier director hacer una película es muy difícil. Para mí, como actor, las películas de acción son difíciles porque necesitan mucho tiempo de rodaje y es muy duro lo de parar y retomar escenas constantemente. Pero es más fácil ser actor que director, ya que como intérprete solo tengo que preocuparme de mi parte". Terminada la presentación de su último trabajo, el equipo al completo del filme se dirigió a Amazónico, uno de los restaurantes de moda de la capital, donde pudieron degustar su exclusivo menú de comida exótica y vanguardista.
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