Han sido unos años bastante complicados para la actriz Sarah Hyland, pues ha tenido que hacer frente a diversos problemas de salud que la han obligado a ingresar en el hospital en varias ocasiones. La protagonista de Modern Family, que sufre displasia renal, acaba de sincerarse acerca de los duros momentos que ha atravesado en una entrevista con la revista Self. Ha revelado en esta que hace un año tuvo que someterse a un segundo trasplante de riñón, debido a que el primer órgano, que recibió de su padre en 2012, comenzó a fallar en la primavera de 2017. “Cuando un miembro de la familia te da una segunda oportunidad en la vida y eso falla, se siente como una culpa” asegura. “Y no lo es”.
Explica que, cuando comenzó a rechazar el órgano, estuvo “muy deprimida”, tanto que incluso se planteó tomar una decisión drástica (pensó en acabar con su vida). No puede contener las lágrimas mientras lo recuerda, como se puede ver en la entrevista. “Había pasado 26 años siendo siempre una carga, cuidándome siempre, haciendo que me cuidaran porque siempre he tenido problemas de salud. Es un sentimiento de indefensión. Cosas como esta pueden ser muy duras para una persona”. Tras un período de diálisis, se descubrió que su hermano era compatible y le donó otro riñón: “Cuando una segunda persona de tu familia, alguien a quien se supone que tienes que cuidar, tu hermano pequeño, te da una nueva oportunidad en la vida, da miedo porque no quieres fallarle”.
“Nunca me ha importado mostrar mis cicatrices” asegura Sarah, que contabiliza al menos 16 operaciones en 27 años. Cuando le quitaron el riñón descubrieron una hernia abdominal y recibió el diagnóstico de endometriosis, cirugías ambas a las que se sometió en 2018. “Tengo salud, estoy estable y muy agradecida a toda mi familia. El amor es lo más importante” asegura. Recuerda que su personalidad está formada por todo lo bueno que tiene en su vida (su familia, la pasión por su trabajo y su novio Wells Adams), pero también por lo malo (sus problemas de salud), que no va a dejar que pueda con su fuerza.
Hace seis años, en abril de 2012, fue cuando Sarah, de 28 años, conocida por su papel en la exitosa Modern Family tuvo que someterse a su primer trasplante de riñón, debido a la displasia renal que padece. La familia atravesó recientemente unos complicados momentos tras el accidente de tráfico del tío de Sarah, en el que perdió la vida su primo de 14 años. Los seguidores de la intérprete le enviaron cientos de mensajes de cariño, el mismo que han mostrado ahora tras esta entrevista. La definen como un modelo a seguir, igual que su novio que la anima a recordar lo especial y maravillosa que es.
