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¿Qué mejor manera de aprovechar el tiempo juntos que entrenando en pareja? Laura Escanes y Risto Mejide saben cómo exprimir al máximo sus vacaciones y cuidarse por dentro y por fuera, por lo que además de andar en bici y disfrutar de la naturaleza, también dedican algunas horas al gimnasio. "Contigo es mejor", dice la modelo en sus stories, en donde ha publicado una mirror selfie junto a su marido en una sala de ejercicios. Ella presume de figura con un top deportivo y unos leggings, y él deja de lado sus habituales gafas oscuras y las sustituye por una gorra.
En mayo, Laura y Risto cumplían un año casados y mandaban un mensaje a quienes dudaban de su amor. Tres años después del comienzo de su romance la pareja se mantiene tan unida- o más- como el primer día, y presumen de su estrecho lazo en redes sociales. Recientemente, además, la modelo hacía referencia al bonito vínculo que tiene con el hijo de su marido, Julio, fruto de su relación con la presentadora Ruth Jiménez. "Aún me acuerdo del miedo que tenía cuando te conocí por primera vez", explica en una de sus últimas publicaciones de Instagram, a la que acompañó de una preciosa imagen en la que el pequeño aparece sobre su espalda "a caballito".
Laura y Risto han estado en Cerdagna, en Cataluña, después de haber pasado unos días en Menorca junto al hijo del presentador. Hace un mes se desplazaron a Marrakech para un trabajo publicitario y también estuvieron juntos en Egipto en mayo, donde celebraron su aniversario de bodas. Un comienzo irrepetible para un verano estelar en el que también han podido dar a conocer su casa, ya arreglada a su gusto, a través del canal de YouTube de la autora de Piel de Letra. Ese house tour, que en algunos momentos graba el propio presentador y se le escucha hablar, muestra su habitación, vestidor, cocina o terraza, entre otros. Espacios blancos y diáfanos que la modelo ha decorado con su estilo personal y que, en sus propias palabras, aún no está terminado.
La pasada semana, Laura publicó que ya estaba de vuelta en Barcelona, concretamente en un club privado a las afueras de la ciudad que se encuentra frente a la playa. Este local, además de hotel tiene también bar y restaurante y ofrecen actividades al aire libre, y se puede acceder como miembro o como invitado de uno de los socios. La membresía tiene un precio de 900€ al año si solo se adquiere para ese en concreto y 1.800 si se coge la oferta para todos sus establecimientos, que están en seis países.
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