De la playa a la gran ciudad. Sergio Ramos y Pilar Rubio disfrutan de la siguiente etapa de sus vacaciones en una de las urbes con más vida y atractivos de Estados Unidos. La siempre mágica Nueva York acoge a la pareja que, a juzgar por las publicaciones en sus redes, está aprovechando para hacer todo tipo de planes. Han visitado lo que parecen varios talleres artísticos y exposiciones, dejándose conquistar por el talento de Peter Halley, Erik Parker, Francesco Clemente y Brian Donnelly, con quienes se ha fotografiado el futbolista, que además de dar las gracias a los artistas define la experiencia como “enriquecedora” y “constructiva”.
Sin embargo su periplo neoyorquino no solo satisface sus inquietudes culturales, sino que les ha dejado tiempo además para una de sus pasiones: el deporte. La pareja ha compartido un clip en el que se les ve pedaleando por el puente que une el distrito de Manhattan con el de Brooklyn, uno de los más emblemáticos de la ciudad y por el que pasan a diario miles de personas. En este caso la pareja, que hace solo unos días anunció su compromiso, lo cruzó en bicicleta. “Unas vistas maravillosas” cuenta el deportista mientras muestra una panorámica. Enseña también a su “compañera de viaje”, Pilar Rubio, que pedalea junto a él. Una manera diferente de pasar el día, sin duda, y de hacer algo de ejercicio que al deportista le viene estupendamente de cara a la vuelta al trabajo. “Preparando la pretemporada” dice también. Por el momento, Sergio no se ha reincorporado todavía a la agenda de su equipo, pues tras su participación en el Mundial de Rusia tiene aún días de descanso.
Primero pasó algunos con su familia en las playas de Ibiza, donde captaron algunos instantes divertidos con sus pequeños y ahora han cambiado las aguas cristalinas por los rascacielos. Puede que estén celebrando su reciente compromiso que llega tras seis años de relación y tres hijos en común. “Ha dicho que sí. Te quiero... para siempre” escribió Sergio a mediados del mes de julio junto a una foto de ambos. La petición de mano tuvo lugar en Madrid, en el exclusivo Luxury Purple Club que está en El Retiro y tiene unas espectaculares vistas. Los cómplices del futbolista fueron su hermano René, el artista Manuel Carrasco y otros amigos, a los que agradeció su colaboración, igual que al chef Paco Roncero, que parece que confeccionó el menú que degustaron.
