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El Festival de Cine de Cannes es un evento lleno de sorpresas. Sobre su alfombra roja, considerada como una de las más prestigiosas del mundo, no solo se dan cita estrellas del cine, sino también cantantes, modelos y todo tipo de personalidades relacionadas con el mundo del espectáculo. Pero si en esta edición ha habido una presencia completamente inesperada, esa ha sido la de Dolores Aveiro. La madre de Cristiano Ronaldo se paseaba por la Croissette invitada por Choppard y Dessange, firmas patrocinadoras del certamen, tal y como ella misma hacía saber a todos sus seguidores a través de las redes sociales. “Gracias a @chopard y @dessangeparis por el cariño y la atención”, escribía en su cuenta de Instagram.
Rodeada de ‘celebs’ de la talla de Adriana Lima, Izabel Goulart o Milla Jovovivh y como si de una estrella del celuloide se tratara, la portuguesa lució sus mejores galas durante el estreno de Burning, filme dirigido por el cineasta surcoreano Lee Chang-Dong. De este modo, se decantó por un vestido negro con semitransparencias y adornado con lentejuelas que le hacía rejuvenecer varios años. Asimismo, un acertado peinado y maquillaje remataron su estilismo durante su estreno en Cannes.
Una imagen que no pasó desapercibida para su millón y medio de ‘followers’, que no tardaron en aplaudir su look, cosechando casi 80.000 ‘me gusta’ en pocas horas. “Me has dejado con la boca abierta, ¡qué elegante!”, “Pareces una estrella de cine” o “Eres una abuelita hermosa”, eran algunos de los cariñosos comentarios que sus fans le dedicaron. Sin duda, una experiencia inolvidable para Dolores que comenzaba unas horas antes, cuando invitaba a sus fans a adivinar dónde se encontraba al publicar otra bonita fotografía en la que aparece posando en un balcón con el mar de fondo.
Muy activa en las redes, la progenitora del madridista cuenta con una apretada agenda profesional. Además de ocupar gran parte de su tiempo dedicada a sus nietos (sobre todo, a los cuatro hijos de Cristiano), de los que presume siempre que tiene ocasión, se trata de una mujer muy ocupada. Tras la publicación de su biografía, Madre coraje, en el que hablaba de su faceta más personal, hace pocos meses lanzaba junto a su hija Katia su primer libro de recetas de platos tradicionales portugueses, Las recetas de mi querida madre. Pero su afición por la cocina no acaba aquí, puesto que su popular hijo ha financiado la apertura de su propio restaurante en Gramado, en el sur de Brasil, que abrirá sus puertas el próximo y llevará el nombre de Doña Dolores.
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