Ha pasado algo más de un año desde el nacimiento de su hijo Alan y Helen Lindes intenta retomar poco a poco su carrera como modelo prestando su imagen a diferentes campañas. En esta ocasión, una muy especial, No hay un trabajo igual, con la que la firma Dodot da voz a los empleados de su fábrica de Jijona (Alicante) y a sus bebés, que se han convertido en los verdaderos protagonistas de esta iniciativa. "Cuando me plantearon la idea de ser la embajadora, no dudé en apoyarla, porque me entusiasmó. Pensar que los pañales que les ponemos a nuestros hijos son hechos por personas que hacen su trabajo con el máximo cuidado pensando en sus propios bebés y su bienestar, me pareció precioso. Sin duda alguna, había que comunicarlo", afirma Helen, que apareció radiante en su última aparición pública.
- ¿Qué haces para estar tan guapa?
Cuidarme muchísimo. Siempre lo he hecho: he usado las mejores cremas, me he alimentado bien y he protegido mi piel del sol, lo cual es fundamental. Mi madre es muy pecosa y, desde muy pequeñita, me inculcó el ponerme factor total en la cara. Y más todavía habiéndome criado en las islas Canarias.
- Tu hijo acaba de cumplir quince meses, ¿te cuesta verle crecer?
No. De hecho, muchas veces comento con Rudy que cada vez vamos conociendo más a Alan y tenemos más complicidad con él. Ya sabe decir "papá" cuando es papá y "mamá", cuando es mamá, porque antes lo confundía un poco todo. Y nos entiende cuando le hablamos en inglés o en español, porque le estamos inculcando las dos lenguas. Como mi madre es británica, intento hablarle en inglés lo máximo posible.
Helen con los hijos de los trabajadores de la fábrica de Dodot en Jijona
- ¿Ha comenzado a ir a la guardería?
Sí, empezó en diciembre. Es una guardería americana, por eso habla más inglés, y está encantado. Hay veces, cuando voy a buscarlo, que no se quiere venir conmigo. Tiene sus amiguitos y se lo pasa muy bien. Además, me envían fotos todos los días de lo que van haciendo en clase y se lo pasa pipa. Juegan con agua, hacen comida…¡Tan pequeñito y sabe cocinar mejor que yo!
- ¿Os apetece aumentar la familia?
Sí, pero más adelante. Ahora mismo, no es el momento. Tengo varios proyectos profesionales que no me permitirían quedarme embarazada, pero, en el futuro, iremos en busca de un hermanito para Alan.
- ¿Qué proyectos son esos de los que hablas?
Repito como imagen de una marca este año y tengo otras campañas por cerrar.
- ¿Volver a la televisión no entra en tus planes?
De momento, no. Me encantaría, pero hay muchísima competencia y pocos programas que creo que encajarían con mi perfil.
- ¿Y repetir como actriz?
No. Ya lo probé en el pasado y es muy complicado. Fue una experiencia que me pilló muy joven. Hice la serie Al salir de clase cuando tenía dieciocho años. Acababa de ser Miss España y hacía de todo: presentar galas, hacer anuncios de televisión, interpretar. Era todo como demasiado comprimido en muy poco tiempo y no lo hice lo bien que lo debería haber hecho ni me preparé para ello. Si en un futuro me proponen un papel y me dan clases de interpretación, no diría que no, pero no es algo que salga de mí de una forma natural.
- ¿Lo del diseño de moda también te atraía, no?
Diseñé una camiseta el año pasado y la experiencia me encantó, pero lleva mucho trabajo y tienes que dedicarle mucho tiempo. Si tuviera más, me dedicaría a ello. La verdad es que es un proyecto de futuro que no descarto.
- Rudy acaba su contrato con el Real Madrid de baloncesto este año. ¿Le seguirías si le contrataran en el extranjero?
Intento no meterme en eso, porque siempre que lo hago me dice: Ese tema es mío. Y lo entiendo y respeto, porque él no se mete en mi mundo. De todos modos, yo estoy abierta a cualquier tipo de cambio. Si nos quedamos en Madrid, perfecto. Y si nos tenemos que ir, también. Además, nuestro hijo está en una edad en la que no le importará cambiarse de casa y hacer amigos nuevos.
- Por su ocupación, tu marido tiene que pasar más tiempo fuera de casa. Sin embargo, en vuestras redes sociales, se ve que intenta pasar el mayor tiempo con vosotros y que es un padrazo.
Es un padre fantástico y no sólo es que me ayude con el niño sino que asume sus responsabilidades con Alan. Yo creo que, como padre y madre, cada uno tenemos que afrontar nuestros papeles y asumir las tareas en función de lo bien que se nos dé una cosa u otra. Yo, por ejemplo, calmo y duermo mejor a Alan. Conmigo está mucho más tranquilo. Sin embargo, con quien se lo pasa pipa es con su padre. Las carcajadas que se pega con él no son iguales que cuando juega conmigo.
- ¿Os gustaría que se aficionase al baloncesto?
Nos encantaría, por supuesto. Todo deporte es muy sano y más un deporte en equipo como el baloncesto, que te enseña muchísimos valores y te da la oportunidad de viajar
