Es uno de los actores más reconocidos de Hollywood, pero parece que no está atravesando uno de sus mejores momentos. Johnny Depp podría estar arruinado o al menos tener serios problemas financieros, una situación que le habría llevado, tal y como informan varios medios, a despedir a su agente, que le llevó a la fama. Depp ha prescindido de los servicios de Tracey Jacobs, que en 1988 le consiguió su papel en la serie de TV, 21 Jump Street, el que le lanzó al estrellato, y ha fichado por la competencia. Una fuente ha comentado: “Depp le dijo a Jacobs y su empresa (UTA) que no quería seguir pagando sus comisiones”.
Esta información llega después de que se conocieran los informes financieros, filtrados por los gestores del intérprete, la empresa TMG, que se enfrentan a una demanda por mala gestión. Según dichos informes, el actor gasta unos dos millones de dólares al mes (más de un millón ochocientos mil euros) y se ponen varios ejemplos de otros excesos. Por ejemplo 75 millones de dólares (más de 70 millones) en sus 14 casas, 18 millones de dólares (casi 17 millones de euros) en un yate de lujo y 30.000 dólares al mes (más de 28.000 euros) en vino. Además se gastó 3 millones de dólares (más de 2 millones ochocientos mil euros) en lanzar las cenizas de su héroe, el autor Hunter S. Thompson, por un cañón en Aspen, Colorado. Según sus gestores, avisaron a Depp de que estaba gastando demasiado y apuntan a que su gestión fue responsable y correcta.
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El actor ha demando a esta empresa asegurando que le cobraron 28 millones de dólares en facturas (más de 26 millones de euros) que él no había aprobado y que no pagaron a tiempo sus impuestos, lo que ha provocado que tuviera que pagar varias multas. El abogado del actor, Adam Waldman, ha dicho en un comunicado que la empresa “ha optado por la vía de culpar a la víctima en un intento de desviar la atención de su infracción”.
Esta batalla legal llega tras finalizar la que mantuvo con su exmujer Amber Heard por su divorcio. En enero llegaron a un acuerdo por el que el intérprete tuvo que pagar 7 millones de dólares (6 millones y medio de euros), que la actriz dijo irían destinados a la caridad. El actor tiene pendiente de estreno este año la siguiente entrega de la saga de aventuras Piratas del Caribe, en la que volverá a meterse en la piel del capitán Jack Sparrow.
