Natalia Verbeke se irá pronto de vacaciones, pero ya ha confirmado que no podrá escaparse acompañada de su chico, el jugador de rugby Marcos Poggi. Los próximos compromisos profesionales de ambos se lo impiden, la actriz tendrá que ensayar para la obra de teatro Invencible y el deportista deberá viajar a Brasil para representar a nuestro país en las Olimpiadas de Río.
Marcos Poggi, de 28 años, milita en las filas del club de rugby Complutense Cisneros y forma parte de la selección española de Rugby 7 que hace unos días lograba su clasificación para los Juegos de Río. A pesar de que recientemente se lesionaba su rodilla izquierda, parece que finalmente podrá estar en las Olimpidas. Sin embargo, la intérprete no se plantea viajar al continente americano para animar a su chico, cuestionada por el virus Zika confirmó que es un tema que no le "gusta mucho”. En su última comparecencia pública añadió que como no tiene intención de viajar a Brasil, no le "preocupa".
Lleva más de un año de relación junto a Marcos Poggi y confirma que se siente “muy contenta” y “enamorada”. Eso sí, por el momento no se plantea dar un paso más en su relación. “Así estoy muy bien”, subraya. Respecto a la posibilidad de que su pareja le pida formalizar su noviazgo, asegura lo siguiente: “No sé lo que haría”. “Me parece pensar tan más allá, la verdad es que no puedo ni planteármelo”, añade. Esta relación, que descubrió la revista ¡HOLA!, devolvió la ilusión a Natalia tras haber anulado de forma inesperada su boda con el chef Jaime Renedo.
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Sin planes de viajar a Brasil para animar a su chico en las Olimpiadas, la actriz planea un verano “muy tranquilito”. “Espero descansar bastante, tendré que estudiar porque empiezo en agosto a ensayar teatro”, afirma. “Estrenamos en septiembre en el Arriaga de Bilbao”, añade. La obra Invencible, que también está interpretada por Jorge Calvo, Maribel Verdú y Jorge Bosch, trata sobre una pareja con un estatus social y cultural elevado que se ve obligada a trasladarse a un barrio más humilde de la periferia, un hecho que finalmente se convierte en una pesadilla.
