Mick, hijo de Michael Schumacher, hereda la pasión por la velocidad de su padre y ficha para participar en la Fórmula 4

El heptacampeón de Fórmula 1 continúa recuperandose del grave accidente de esquí que sufrió en diciembre de 2013 cuando disfrutaba de unas vacaciones en compañía de su hijo

Por hola.com

Su padre no podrá celebrar, de momento, sus triunfos junto a él, pero estará muy orgulloso de tener como sucesor en los circuitos a su hijo, Mick. Con apenas 15 años, el hijo de Michael Schumacher, ya es subcampeón del mundo y de Europa de karts y por ello las escuderías ya han puesto su punto de mira en él. De momento, y debido a su corta edad, Mick ha firmado un acuerdo para competir con el equipo de Van Amersfoort Racing en la Fórmula 4, que forma a jóvenes talentos para acabar compitiendo en la Fórmula 1.

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Mick, quien acompañaba a su padre cuando éste sufrió el grave accidente de esquí en diciembre de 2013 y que le mantuvo seis meses en coma y de cuyas secuelas se recupera aun en día en su residencia de Suiza, ha heredado la pasión por la velocidad del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 y también su espíritu competitivo, así como sus habilidades para conducir con destreza y precisión dentro de los circuitos.

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El equipo holandés de Fórmula 4 que acaba de ficharle vio en él las cualidades adecuadas para que formara parte de su “plantilla” de pilotos y no dudó en hacerle una prueba. "Es una tradición para nosotros ofrecer al subcampeón del campeonato alemán una prueba en el simulador. Estuvo todo el día en nuestra oficina central en los Países Bajos. Después lo vimos en una prueba en Valencia y acordamos que podría ser interesante tenerlo con nosotros en la Fórmula 4", comunicó Frits van Amersfoot, dueño del equipo.

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Los vehículos que se conducen en esta categoría, que carece de campeonato del mundo y que cada país celebra sus propias competiciones según las normas marcadas por la Federación Internacional del Automóvil, pueden tener una potencia máxima de 160 CV y ​​deben costar menos de 9.500 euros.

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Y mientras Mick se prepara para emular a su padre a los mandos de un volante, Schumacher continúa su particular carrera tras salir de un coma inducido el pasado mes de junio y trasladado, como hemos dicho anteriormente, el pasado mes de septiembre a su casa de Suiza. Desde entonces, ha comenzado a reconocer a sus familiares, tal y como ha dado a conocer a la prensa un amigo de la familia, aunque aún tiene que recuperar el poder de la palabra. El pasado mes de enero el periódico italiano Corriere della Sera, publicaba que el heptacampeón había comenzado a reconocer las voces de sus hijos y que lloraba cuando les escuchaba hablar, sin embargo, el manager de Schumacher, Sabine Kehm, ha negado este hecho, señalando que su cliente se enfrenta a una "larga lucha" por la recuperación y que ésta le llevará mucho tiempo, aunque va haciendo pequeños progresos dentro de la gravedad de su situación.