Dime tu destino de la costa levantina y te diré dónde comer
Si pasas unos días en el litoral valenciano, estos restaurantes que están de moda te dejarán con buen sabor de boca.
JÁVEA-TULA RESTAURANTE
Cuando Joaquín Sorolla llegó a Jávea por primera vez quedó fascinando por su paisaje, tan diferente al resto del litoral alicantino: «Es el sitio que siempre soñé. Mar y montaña, pero ¡qué mar!». Para empaparse de él hay que seguir la ruta de 15 estratégicos miradores que se suceden en el tramo de costa que se extiende entre la base del macizo del Montgó y las estribaciones del cabo de la Nao, sentarse en alguna de las terrazas que bordean la playa del Arenal y aquí mismo disfrutar del buen hacer de Borja Susilla y Clara Puig en su restaurante Tula. La pareja, que se conoció mientras se formaba en el restaurante de Quique Dacosta, explora la cocina de mercado levantina y pertenece a esa nueva generación de restaurantes «estrellados sin menú degustación ni mantel blanco». Entre sus propuestas del mar destacan los pescados sacrificados mediante Ike Jime, un método japonés instantáneo que intensifica el sabor, el unami o los mariscos capturados del día.
TULA RESTAURANTE
Avda. Llibertat, 36, Jávea
tularestaurante.com
Valencia, la pasión de Sorolla: un tour artístico en el año del pintor
CASTELLÓN-AQUA
Morella, Peñíscola, Vilafamés, Ares del Maestrat..., la provincia de Castellón tiene una buena colección de pueblos bonitos, algunos mucho más que la capital provincial, que es todavía una desconocida, a pesar de tener los mismos atractivos: buenas playas (la del Pinar, la del Gurugú y el Serradal), un clima envidiable, naranjas y excelentes arroces. Y, además, enfrente están las islas Columbretes y ahí al lado, el Parque Natural del Desierto de las Palmas, con las ruinas del Castell Vell, origen de la ciudad y magníficas vistas de ella y del mar. En Castellón, ya lo cantaba Manolo García, también se disfruta de ir a comer un arrocito u otra de las propuestas de la tierra y el mar de Aqua, ubicado en el hotel Luz Castellón. En su carta, platos como un arroz meloso con sepia, langostinos y verduras de temporada a una lubina a la sal con aceite de olivos milenarios, o su menú degustación Ruta del Sabor.
AQUA, CASTELLÓN
Pintor Oliet, 3, Castellón
aquarestaurante.com
CALA LA GRANADELLA-LA BANDIDETA
Sin dejar Jávea, uno de los miradores que se asoman a esta acantilada costa lleva el nombre de una de las calas más bonitas del litoral levantino: La Granadella. Situada en la desembocadura de dos barrancos poblados de pinos carrascos que llegan hasta el mar, es una playa pequeña, de cantos blancos y aguas cristalinas y con unas praderas de posidonia que atraen a numerosos buceadores. Para rematar la excursión nada mejor que disfrutar frente al mar en un ambiente informal de una de las paellas o arroces de La Bandideta, siempre abierto si hace buen tiempo.
LA BANDIDETA
Avda. Tío Catalá, 37, Jávea
labandideta.com
Restaurantes y chiringuitos para comerse Ibiza (bien y barato)
BENISSA-CASA BERNARDI
Calas de ensueño y un casco antiguo de aires moriscos se fusionan en este pueblo del litoral alicantino situado en un alto. Si en el centro histórico, en el que despunta la que llaman la catedral de la Marina Alta, es posible viajar al pasado, desde la Edad Media al Renacimiento; sus 4 kilómetros de costa son un paseo ecológico que va descubriendo calas de color turquesa entre acantilados escarpados y salpicados de vegetación y villas. Con vistas al Mediterráneo y rodeado de huertas, algarrobos, olivos y almendros se come en Casa Bernardi cocina italiana con producto local alicantino, que acaba de ser reconocido con un sol de la Guía Repsol.
CASA BERNARDI
Avda. De la Fustera, 60. Partida Pedramala, Benissa
casabernardi.es
VALENCIA-FIERRO Y LLISA NEGRA
Si es para celebrar el Año Sorolla o, simplemente, para desconectar unos días junto al mar, la capital valenciana siempre tiene alicientes para pasar por ella. Y ya que se va, se puede reservar mesa en Fierro, que acaba de hacerse con uno de los soles de la Guía Repsol. Alta cocina de la mano de los chefs Carito Lorenço y Germán Carriza, que invitan al comensal a un viaje de sabores y sentidos, empezando en Argentina, y acabando en el Mediterráneo. Su menú (125 €) se degusta en un restaurante de ambiente íntimo y cercano en el mismo corazón de Ruzafa, el barrio por el que todo pasa últimamente en Valencia.
FIERRO
Doctor Serrano, 4, Valencia
fierrovlc.com
También se habla (y mucho) en Valencia de Llisa Negra, el nuevo proyecto de Quique Dacosta, donde triunfa la cocina de producto, simple, a la brasa. De la parrilla de su cocina abierta salen pescados de la lonja de Denia y las verduras de la huertas valenciana con el punto de cocción preciso, cocinados al sarmiento, a la leña de encina o al carbón de coco. O las carnas de vaca rubia gallega. También son una declaración de identidad sus arroces o la parte dulce del menú, recetas conocidas pero com um toque y matices que las hace diferentes. Es el sitio de moda y hay que pasar por él.
LLISA NEGRA
Pascual y Genís, 10 Valencia
llisanegra.com
SANTA POLA-PÓSITO PESQUERO
Veinte minutos de navegación desde Santa Pola acercan a Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, que tiene ese aire de lugar remoto a pesar de que solo unas pocas millas de Mediterráneo la separan de tierra firme. Es uno de los atractivos de pasar unos días en este enclave, al que también se va a comer rico. Y como prueba los platos del Pósito Pesquero, el restaurante donde Emilio Guillén fusiona la cocina mediterránea y japonesa com um protagonista indiscutible: el pescado fresco de la lonja de Santa Pola en un local que guarda toda la esencia de la tradición marinera local.
PÓSITO PESQUERO
Muelle 33, Santa Pola
positopesquero.com
LA ALBUFERA-NOU RACÓ
Para disfrutar de este humedal de agua dulce a unos pocos kilómetros de Valencia, uno de los más valiosos espacios naturales mediterráneos, hay que subirse a una barca en El Saler y dar un paseo observando a las miles de aves que nidifican o han encontrado su hogar en él. La guinda después de navegar por los canales que comunican con el lago es desembarcar a orillas de una barraca y degustar un buen arroz, como el que elaboran en Nou Racó con el ingrediente principal que se cultiva en estas aguas.