FUENTIDUEÑA
Hoy apenas tiene algo más de un centenar de habitantes, pero Fuentidueña llegó a ser una villa importante desde tiempos inmemoriales, que hasta tuvo castillo y estuvo cercada por gruesas murallas, y de la que ha quedado un conjunto declarado de interés cultural. Sus ruinas todavía dan testimonio de ello, pero también las de la iglesia de San Martín, el hospital de la Magdalena o la portada del palacio de los condes de Obedos. Los templos de San Miguel o Santa María la Mayor, ejemplo del románico segoviano, su necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, el bonito paraje del embalse de las Vencías y las bodegas repartidas por la comarca de Valtiendas dan para pasar unas horas muy entretenidas.