Hoteles para viajar solo: ¿qué piden y cómo son los alojamientos para viajeros solitarios?

El número de 'solo travelers' no hace más que crecer, y el sector turístico se reinventa para abrazar los cambios y ofrecer experiencias donde no haya hueco para el aburrimiento.

Por Paula Martíns

Decir que el número de personas que viajan solas aumenta constantemente sus cifras es un hecho imposible de negar. Datos de diferentes plataformas, como los de uno de los informes más recientes de KAYAK, lo dejan claro: los desplazamientos en solitario han aumentado un 10%, y los hoteles cuentan ya con un 40% más de reservas individuales. También su competidor, Airbnb, lo reafirma en otro de sus análisis empresariales dictaminando que estas solicitudes aumentaron un 33% a nivel global en la plataforma. De hecho, esta última web de alquiler turístico hasta ha puesto en marcha una función de seguridad para viajeros solos que busca salvaguardar a sus clientes de posibles problemas. En casos más extremos, también protege contra cualquier indicio de peligro. Si bien los hoteles cuentan con férreas medidas de protección, ahora Airbnb pretende acercarse a esta oferta y ofrece un listado de consejos para sentirse más seguro, sugiere preguntas que hacer a los anfitriones para garantizar la existencia real o cualquier sospecha sobre la reserva, y permite al cliente notificar a la empresa de cualquier rareza.

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Es sabido que cuando alguien emprende un viaje en solitario, comienza una aventura apasionante, enriquecedora, liberadora y llena de ventajas y experiencias que probablemente nunca viviría acompañado. Sin embargo, lanzarse y llegar a un destino sin compañía alguna puede traer consigo algunos aspectos que no siempre resultan fácil gestionar, como el aburrimiento, el aumento de los costos o el sentimiento de soledad que surge en muchas ocasiones, especialmente al querer realizar actividades de ocio o al reservar mesa para comer y cenar fuera. 

En un contexto en el que el sector turístico se ve obligado a reinventarse y adaptarse a las cambiantes necesidades de la sociedad, especialmente desde la cuarentena por la Covid-19, no hace más que cambiar sus necesidades, ya son muchos los hoteles que amplían o centran sus propuestas en ofrecer la mejor experiencia posible a personas que viajan solas. Estos hoteles responden e incluso anticipan sus deseos. "Los huéspedes que visitan el hotel en solitario buscan espacios abiertos que inviten a la reflexión y la meditación o a la lectura, algo que les podemos ofrecer en espacio como nuestra terraza Sunset o nuestra Skypool con sus camas balinesas, así como las playas a pies del hotel para dar largos paseos", nos cuenta el director del hotel Barceló Conil Playa, Pablo Espiño, refiriéndose a los visitantes que acoge cada temporada en el paraíso costero de Conil de la Frontera.

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Los hoteles ofrecen gran variedad de experiencias para los viajeros solitarios

La confirmación de lo que nos cuenta el director del hotel gaditano tiene sentido, pues la relajación y la desconexión ya son una de las primeras prioridades de los viajeros. Así, los retiros (de toda tipología) también han proliferado ampliando el abanico de sus ofertas y, también, el número de experiencias anuales que ofrecen. Los hay de todos los ámbitos, pero los más buscados son los espirituales, los deportivos y los literarios. Tal como podemos observar, en algunos de ellos, como en el Primer Retiro de Escritoras, las personas que se inscriben lo hacen sin compañía para vivir la experiencia al máximo, alcanzar el propósito perseguido y, de paso, conocer a otras personas con los mismos intereses e inquietudes. 

El bienestar es posiblemente el ámbito que los alojamientos han tenido que reforzar con mayor énfasis para alojar a los viajeros. El crecimiento por el autocuidado y la salud es una prioridad; y por eso muchos han decidido sumar servicios a sus catálogos. "Para los que buscan mimarse tenemos tratamientos personalizados, gimnasio con zonas interiores y exteriores, o actividades con un entrenador personal, como yoga o pilates", nos explica Espiño. 

Otro de los factores que a día de hoy no pueden faltar en un hotel que da la bienvenida a estos turistas, el la carta de experiencias de aventura. Ya no se valora solamente el alojamiento, sino también las experiencias que se pueden llevar del mismo. "Ofrecemos experiencias donde conocer a gente y a la vez el destino, como clases de surf, buceo o una masterclass donde aprender a hacer una buena paella en nuestro restaurante Arrozante, o los cócteles de autor con música en directo de nuestro rooftop B Heaven". Tal y como comenta el director del hotel, este último punto es fundamental, ya que el ocio, al igual que el comer, siempre forma una parte indispensable del viaje. Más aún entre los que más viajan solos, que ya son millennials y la generación Z.

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Sobre el ocio nos habla también Carlota Peón, adjunta en dirección del hotel Barceló Imagine de Madrid:  "Son varias las motivaciones que hacen que los viajeros decidan visitarnos solos. Algunos llegan en busca de aventura, deseando vivir la energía de Madrid y disfrutar de la vida nocturna, los museos y la gastronomía. Para ellos, ofrecemos recomendaciones locales que les ayudan a descubrir la esencia de la ciudad". Como parte de la capital española, y sobre todo, como parte de una de las ciudades que mayor movimiento registra y mayor vida nocturna ofrece, insiste en esta idea de socializar y divertirse: "Algunos clientes también buscan conocer a otros viajeros. Pueden socializar en nuestros espacios comunes; como en nuestro Studio32 o nuestro Sky Bar, abierto hasta medianoche donde pueden disfrutar de cócteles madrileños amenizado con sesiones de DJ". 

Dormir barato, vivir más 

Más allá de todos los aspectos que nos comentan estos profesionales del sector turístico, también encontramos otro grupo de viajeros que adoran los viajes solos, pero que buscan alojamientos más baratos, como los albergues, que dispongan de reuniones comunes con el resto de los huéspedes en el bar del propio edificio y otras actividades grupales. Un buen ejemplo es el We Love F Tourist de Lisboa, que invita a todos quienes se alojen en él a disfrutar de excursiones conjuntas a lugares como Sintra, a cenar petiscos portugueses escuchando fados de fondo, o a bailar hasta altas horas de la noche en algún pub de la capital lusa. Además, también ha crecido la demanda de destinos en los que haya suficiente vida como para apuntarse a actividades con gente desconocida, como las que podemos encontrar en aplicaciones como Populit o Meetup. 

Intereses de los viajeros hay tantos como gustos, pero es cierto que desde que los nómadas digitales se extendieran alrededor de todo el mundo (incluso poniendo solución a la despoblación rural en colivings en pueblos poco habitados) la conexión Wifi y el espacio de trabajo también es fundamental. Así, más allá de alojamientos que incluyen coworkings, en terreno patrio encontramos opciones de lujo en nombres como el hotel Hilton Diagonal Mar, que ofrecen hasta un servicio de sala ejecutiva en la que trabajar con snacks ilimitados y enchufes en cada mesa.