Tanzania: Safari entre volcanes y baobas
Adentrarse en todoterreno por los parques nacionales del norte del país es vivir aventuras tan apasionantes como diferentes. Este viaje va al encuentro de los leones trepadores del Serengeti, del origen de la humanidad en la garganta de Olduvai, del hipnotizante cráter del Ngorongoro y de la tribu de los bosquimanos cerca del lago Eyasi
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Poco más de 210 kilómetros separan el aeropuerto de Kilimanjaro del Parque Nacional de Tarangire, primera parada de este intenso viaje sobre ruedas entre llanuras, baobabs, volcanes y lagos. Desde las enormes ventanas del camión, con 360 grados de visión y a una altura muy superior a la de cualquier otro todoterreno, se observa la fauna y la flora cómodamente. Los baobabs son los reyes de la vegetación y acaparan la atención desde el primer momento. De pronto comienzan a aparecer manadas de elefantes, jirafas, búfalos, cebras, ñus y una gran variedad de antílopes. A los pies de los árboles duermen las leonas, en los bordes de sus ramas anidan tejedores y en sus cimas los buitres otean el horizonte.
Dejamos atrás el lago Manyara, también parque nacional, y entre plantaciones de maíz, plataneras y un intenso verde, el camión recorre los 138 kilómetros que nos separan de Karatu. Toca hacer noche para continuar hacia el noroeste, al Ngorongoro. Su cráter es uno de los paisajes más impresionantes e inolvidables de África, la caldera más grande del mundo. En sus 20 kilómetros de diámetro conviven los Cinco Grandes, convirtiéndolo en la zona más pequeña del mundo donde se encuentran juntos elefantes, búfalos, leones, leopardos y rinocerontes. Si bien es un edén para el mundo salvaje, las jirafas nunca fueron capaces de descender las paredes de más de 600 metros de altitud que rodean el cráter.
En el lago, familias de hipopótamos se codean con flamencos, pelícanos y cientos de aves. Para los amantes del reino animal, descender al cráter es bajar al cielo. Dentro de su área de conservación, los masái tienen permitido vivir y mantener su ganado. Procedentes del Nilo egipcio, llegaron a esta zona en el siglo xix buscando nuevos pastos para sus vacas y, al toparse con los pacíficos datoga, consiguieron expulsarlos. Continúan viviendo en poblados circulares y en chozas de adobe a las que llaman manyattas. Los datoga huyeron al sur y podemos encontrarlos en las cercanías del lago Eyasi.
Apenas a 50 kilómetros del Ngorongoro se encuentra la garganta de Olduvai, donde se sitúa el origen de la humanidad, pues aquí nació el Homo habilis hace 2,4 millones de años. El camión continúa su rumbo y, 40 kilómetros después, entra en el Parque Nacional del Serengeti. En África hay que vivir con el sol, porque es a primera hora cuando se tiene más probabilidad de avistar animales. Solo así pueden verse servales y leopardos, o leones sobre los kopjes (islas de piedra), mientras otros esperan su presa en las llanuras. Los más codiciados y difíciles de encontrar son los leones trepadores, una rara especie que es capaz de subir a las ramas de los árboles para divisar mejor sus presas o para descansar. Ver un ejemplar bien merece el madrugón.
La Gran Migración en el Serengeti es un trajín permanente de cebras y ñus entre el norte y el sur. Impasibles, los búfalos parecen sentir curiosidad, en las charcas flotan los hipopótamos plácidamente o descansan en sus orillas los cocodrilos. Antílopes hay para todos los gustos. Con los volcanes como telón de fondo, elefantes y jirafas masái ofrecen la estampa africana. Las horas pasan rápido disfrutando del espectáculo de las eternas llanuras del Serengeti. De regreso a Arusha aún queda cazar al amanecer con los bosquimanos hadzabe junto al lago Eyasi. Viven entre baobabs, visten pieles de mono, solo cazan lo necesario para el alimento diario y son los mejores rastreadores del mundo. Nunca abandonaron su territorio en búsqueda de un lugar mejor, ya estaban en el mejor entorno del planeta.
No dejes de...
Visitar el mercado de mujeres de Arusha. Fuera del recorrido turístico, es recomendable ir con un guía local para descubrir este enorme zoco donde cada calle tiene su especialidad, desde alimentación, frutas, verduras o pescado, hasta utensilios para el hogar, tejidos o ropa. Es lógico que al ver extranjeros suban el precio de sus artículos, pero se permite el regateo. Un apasionante encuentro con la realidad local.
Guía práctica
Guía práctica
La mejor época para viajar por el norte de Tanzania es durante la estación seca y principios de la lluviosa, de junio a finales de noviembre. La Gran Migración es más numerosa en su ruta hacia el sur, los animales se reúnen en charcas y ríos y la escasez de vegetación permite avistarlos con mayor facilidad.
No hay vuelo directo desde España hasta Tanzania. Desde Madrid o Barcelona hay que volar al Aeropuerto Internacional de Kilimanjaro. Las compañías KLM y Qatar solo hacen una escala, en Ámsterdam o Doha, por lo que resultan las más cómodas para llegar al norte del país.
La experiencia en camión la organiza ANKAWA SAFARI (ankawasafari.com), una empresa que compagina aventura, turismo sostenible, cultura africana y protección de la vida salvaje. Recogen a los viajeros en el propio aeropuerto y se ocupan de todo durante los diez días que dura el viaje. El guía es español y experto en África y le acompañan un conductor y un cocinero. El viaje, a partir de 2900 €, incluye el alojamiento en hoteles y tented camps, pensión completa y las tarifas de entrada a todos los parques nacionales que se visitan.
ICÁRION (icarion.es) ofrece un paquete organizado de 11 días recorriendo Arusha, Manyara, Serengeti, Ngorongoro, lago Eyasi y Tarangire, desde 3220 €, o con extensión a Zanzíbar, desde 3980 €.
Para viajar es obligatorio presentar un visado que se puede solicitar por internet (eservices.immigration.go.tz) y es muy recomendable hacer un seguro privado y un tratamiento para la malaria, sobre todo si se viaja en época de lluvias.
El viaje en camión incluye el alojamiento, pero si se hace un itinerario más por libre, KUDU LODGE (kuducamp.com), en Karatu, en la región de Arusha, es un emblemático hotel de habitaciones amplias, servicio amable y hospitalario y excelente cocina. Dentro del Parque Nacional del Serengeti hay múltiples tipos de alojamientos, desde hoteles de gran lujo, hasta tented camps con baño y zona común para desayunos y cenas o campamentos en tienda de campaña propia (serengetiparktanzania.com).
Aunque los safaris incluyen pensión completa, dos buenos lugares para comer cocina tradicional tanzana en Arusha son GEORGE’S TAVERN (georges.co.tz) y ANDREW’S (Jandu Road).
TURISMO DE TANZANIA, tanzaniatourism.go.tz/en
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