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Son algo más de siete kilómetros y en ellos caben, y se salen, las glorias y miserias de Occidente. Por La 5ª se concentran las boutiques más indecentemente caras y también los todo a cien, el universo de las grandes firmas junto a los quioscos de perritos calientes, o la quintaesencia del lujo a la americana en almacenes como Saks, a tiro de piedra de una barbaridad de museos de primera, de descomunales librerías y tiendas de discos en las que hacerse con la última rareza, de hoteles emblematicos como el Plaza y el Pierre, o de las idas y venidas de los despachos de los peces gordos.

Porque todo el que pica alto suspira por unos metros en Fifth Avenue; ese eje trazado a tiralíneas que parte en dos la isla más famosa del planeta y que marca la frontera entre el algo más asequible Oeste de Manhattan y su exclusiva zona Este.

Si nada menos que el Empire State Building o la Biblioteca de Nueva York presiden su tramo del Midtown, entre la calle 34 y la 59 La Quinta se convierte en uno de los escaparates más exclusivos gracias a Tiffany, Cartier, Gucci, Louis Vuitton, Chanel, Prada, Ferragamo, Fendi, Escada o Bulgari, entre otros ilustrísimos vecinos. Pero desde la 82 hasta la 104, la avenida vuelve a mudar de piel para transformarse en la Milla de los Museos, con una decena de ellos, tan imprescindibles como el Metropolitan o el Guggenheim, despachando otra de las densidades –en este caso de cultura– más formidables del mundo.

Además de todo ello, a lo largo de esta trepidante pista de estímulos el espectáculo queda servido por la amalgama humana que, a golpe de semáforo, se abre paso por La 5ª dentro de la más sincronizada e insólita de las coreografías urbanas: ejecutivos pegados al Iphone sorteando a turistas derrengados, ricachonas en limousine y afroamericanas carnosas de peinados imposibles y uñas fosforito, los judíos ultraortodoxos rumbo a sus joyerías de la confluencia con la 47 y el millonario de Tejas de compras por la Gran Manzana. Hasta los extravagantes mendigos son, también, un clásico entre los habituales de La Quinta.

A la altura de Central Park, a partir del templo al tesón erigido en Rockefeller Center o desde los rascacielos art déco que se elevan cerca del Midtown... lo cierto es que a La Quinta no hay por donde cogerla. La calle no es de nadie y es de todos; hasta de los hispanos que celebran por ella sus desfiles salseros y de los gays, que una vez al año la copan con su parada. Y, aunque no tengan tiempo para pararse a pensarlo, es sobre todo de los urbanitas estresados que se sirven de ella y que, de haberla recorrido tantas veces, son incapaces de mirar hacia arriba y pasmarse ante todo lo que contienen sus aceras.

Bastan para salir a la busca de sus tesoros un par de zapatos cómodos y un vistazo a publicaciones como la mítica New York Magazine con la que estar al tanto ya sea de la última exposición, concierto o restaurante hasta de las rebajas y liquidaciones que tienen lugar cada día en algunas de sus tiendas. Mucho más relajado será admirar su acelerado hormigueo desde las alturas del Empire State –un tópico, sí, pero debería ser pecado perderse la vista–, o tomarle el pulso al atardecer desde la terraza de áticos como el 230 Fifth o el del hotel Península, desde cuyo estiloso bar&lounge se puede ver caer la noche sobre la Quinta, convertida a estas horas en una nervadura de destellos y ecos urbanos desde que arranca cerca del Soho hasta que se pierde más allá de Harlem. 

VISITAS IMPRESCINDIBLES EN LA QUINTA AVENIDA:
 
Flatiron Building
Uno de los rascacielos más bonitos.
Empire State Building
Sus miradores del piso 86 y 102 abren hasta las 2am.
Rockefeller Center
El gran complejo de tiendas, restaurantes y oficinas.
MOMA
Uno de los museos de arte moderno más importantes del mundo.
Metropolitan Museum of Arts
Arte de todos los tiempos y grandes exposiciones.
Guggenheim Museum
Arte contemporáneo en un fantástico edificio de Frank Lloyd Wright.

Hitos de las compras
Barnes & Noble, en el número 555
La gran cadena de libros y música.
Banana Republic, en varios números
Un clásico del estilo casual.
Disney Store, en el 711
Todo el universo con el sello Disney.
FAO Schwartz, en el 767
La gran tienda de juguetes de Manhattan.
NBA, en la confluencia con la 52th
Todo para apasionados de la NBA.
Saks, en el 611
Grandes almacenes con la quintaesencia del lujo.
Tiffany & Co, en el 727
La joyería más célebre del mundo.

Más información
En la Oficina de Turismo del Estado de Nueva York y en la Oficina de Turismo de Nueva York, o su representación en España: NYC & Company, Tel.: 91 458 55 73.