Sofia Hellqvist, prometida del príncipe Carlos Felipe, debuta en un acto de gala en palacio con toda la Familia Real sueca

Por hola.com

Sofia Helqvist ha comenzado una nueva vida llena de primeras veces desde su compromiso con el príncipe Carlos Felipe. Después de su primera aparición pública como prometidos con ocasión del 37º cumpleaños de Victoria de Suecia, ha protagonizado en estos cuatro meses varios estrenos reales y anoche se enfrentó aún a la prueba más exigente hasta el momento, al acompañar a su novio en un acto oficial de gala en el Palacio Real de Estocolmo junto a los Reyes y los Príncipes suecos. La bella Sofia hizo su nuevo debut en la segunda cena de representación para el cuerpo diplomático, diputados, otra autoridades y representantes del mundo de la ciencia, la cultura, la empresa y el deporte organizada por la Casa Real este año.

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Es la primera vez que Sofia participa en un evento de estas características, si bien la novia del príncipe Carlos Felipe, con quien contraerá matrimonio el próximo verano, ha estado presente como decíamos en varios actos oficiales desde que su relación se hizo pública, por ejemplo, hace un mes en la apertura del año parlamentario, uno de los compromisos oficiales más solemnes y de más peso para la Familia Real sueca, sólo superado por los actos de entrega del premio Nobel. Un privilegio del que no disfrutaron en su momento ni Chris O´Neill ni el príncipe Daniel.

El estreno de Sofia Hellqvist se mantuvo en secreto hasta el final, ya que su nombre no figuraba en la agenda oficial de la Familia Real sueca. Así que la aparición de ayer de la joven en la cena de gala fue realmente toda una sorpresa. También causó sensación su vestido rojo de encaje, cuyo parecido al último vestido de gala que lució la Duquesa de Cambridge (y su madre, Carole Middleton), uno negro de encaje de la diseñadora Diane Von Furstemberg que llevó la semana pasada para celebrar la tradicional Royal Variety Performance, fue muy comentado.



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La pareja no se mostró abrumada por el interés que despertaba su asistencia, sino feliz. Sofia llegó del brazo del príncipe Carlos Felipe, visiblemente "el hombre más feliz del mundo" como se confesó en un programa de la televisión sueca, al llamado salón del Mar Blanco del Palacio Real y una vez allí se reunieron con los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia y los príncipes herederos Victoria y Daniel para dar la bienvenida a los invitados antes de pasar a la galería Carlos XI, escenario habitual de las cenas de galas. La de anoche ofreció a los comensales un menú de exquisiteces suecas compuesto por tarrina de paté de hígado con mermelada de arándanos rojos al cardamomo, crema de nueces y brioche caramelizado; filete de bacalao fresco con coliflor, ostras y cebollino; filete de buey sueco con bistec tártaro y mermelada de chalota, y, de postre, mouse de moras y ganache con chocolate blanco. Sofia Hellqvist y el Príncipe se despidieron de la prensa muy sonrientes para disfrutar de la cena. Asomaban a sus ojos, ajenos a la oficialidad del acto, continuas miradas de complicidad. El amor estaba en el aire. La felicidad de los prometidos, también.