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Por hola.com

Última revisión: 2010-06-04

La cocaína

La cocaína es una sustancia estimulante del sistema nervioso central, altamente adictiva. Es el principal alcaloide de la planta de coca (Erythroxylon coca), un pequeño arbusto originario de las regiones subtropicales de América del Sur, que crece en los valles cálidos de las laderas orientales de la cordillera de los Andes.

Los indígenas de las regiones Andinas han utilizado las hojas secas de la planta de coca, generalmente mascadas, desde hace al menos 15 siglos. Tomada de esta forma, el sujeto lograba por lo general los mismos efectos mentales que los de su principio activo, la cocaína, si bien éstos son menos intensos y más sostenidos.

La cocaína, que fue aislada por primera vez en 1855, se extrae de las hojas de coca mediante un complejo proceso químico.

La cocaína adquirió gran popularidad en pocos años, hasta tal punto que una gran variedad de tónicos, productos de libre dispensación y medicinas patentadas de finales del siglo XIX la contenían entre sus ingredientes. De hecho, la misma Coca-Cola incluía cocaína en su fórmula magistral original como principal componente activo, hasta que ésta fue sustituida por la cafeína en 1903. Paralelamente, fue generalizándose el consumo de cocaína, quedando patente su alto poder adictivo, apareciendo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX un elevado número de individuos dependientes de cocaína, tanto en Estados Unidos como en Europa.

El crack

La cocaína es vendida generalmente como una sal soluble en agua, el clorhidrato de cocaína, que se presenta habitualmente como un polvo blanco adecuado para ser inyectado o esnifado, y se descompone al calentarla. Se suele mezclar con sustancias como talco, Maizena, anfetaminas, quinina, estricnina, detergentes, formol, etc. De ahí que su pureza fluctúe entre un 5% y un 65%.

Para poder fumarla, la cocaína debe ser alterada químicamente para formar la denominada cocaína en base-libre, que a su vez puede ser mezclada con bicarbonato sódico, dando lugar al crack. El crack es un tipo de cocaína en base libre muy potente y con alto poder adictivo, de modo que incluso tras una o dos experiencias de consumo se puede provocar intenso craving o ansia de continuar seguir consumiendo.

¿Cómo se consume la cocaína?

La forma más habitual de consumo de esta sustancia en nuestro medio es esnifando las típicas “rayas” de cocaína por la nariz. Otra forma de consumo que se utiliza cada vez con mayor frecuencia en nuestro país es la fumada (en base-libre o en crack). Sin embargo, la cocaína también puede ser consumida por vía intravenosa, vía utilizada casi exclusivamente por sujetos politoxicómanos, por inyección subcutánea. Asimismo, puede aplicarse frotándola sobre las encías o sobre otras mucosas.

Tras el consumo intranasal, los efectos subjetivos son percibidos a los 3-5 minutos, observándose la concentración máxima en sangre a los 30-60 minutos de haberla esnifado. La cocaína fumada constituye la forma más rápida de entrada en la circulación cerebral (aproximadamente entre 6 y 8 segundos). La duración de los efectos subjetivos suele ser de unos 15-30 minutos tras consumirla esnifada y alrededor de 5-10 minutos al fumarla, de modo que pasado este tiempo el consumidor típicamente ansía tomar mas cocaína.

La cocaína a menudo es utilizada en combinación con otras sustancias, siendo particularmente frecuente la asociación con el alcohol, que los consumidores de cocaína utilizan bien para reducir la irritabilidad experimentada durante el consumo de cocaína, o como desinhibidor en el curso de dicho consumo. Algunos acaban desarrollando adicción al alcohol junto con su problema con la cocaína. Al ingerir conjuntamente estas dos sustancias se forma un metabolito de mayor toxicidad, el cocaetileno. Entre pacientes politoxicómanos es frecuente el consumo de cocaína en combinación con heroína o con benzodiacepinas (particularmente alprazolam).

Algunos cocainómanos, especialmente los que toman la cocaína por vía esnifada, pueden continuar con consumos intermitentes durante años, pero no por ello dejan de ser adictos a esta sustancia en largos períodos de tiempo. Sin embargo, en otros casos se observa un patrón de consumo compulsivo, en auténticos “atracones” que pueden durar desde pocas horas a varios días.

¿Cuáles son los efectos de la cocaína?

El consumo de cocaína provoca un aumento, por lo general dependiente de la dosis, de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, acompañados de dilatación de las pupilas y aumento de la temperatura corporal. Además, produce una sensación de estimulación breve que el sujeto puede experimentar como una elevación transitoria del estado de ánimo, aumento de la confianza y de la agudeza mental, excitabilidad, locuacidad, así como disminución de las sensaciones de fatiga y sueño. Sin embargo, destaca sobre todo una intensa sensación de euforia, cuya intensidad y brevedad ayudan a entender el deseo, ansia (o craving) por más cocaína y por lo tanto el uso continuado de esta droga. Tanto los efectos subjetivos como los fisiológicos aparecen de forma casi inmediata, y si bien son independientes de la vía de consumo, la intensidad con que se experimentan sí va a depender de la dosis, de la vía de administración y del patrón de consumo.

Al desvanecerse la euforia, se instauran sensaciones de tipo disfórico, caracterizadas por decaimiento o hundimiento, cansancio y una intensa ansia de más cocaína, acompañadas de agitación y ansiedad. Finalmente, puede dar lugar a fatiga, agotamiento, hipersomnolencia y apetito descontrolado. Todos estos síntomas desaparecen, a la vez que reaparece la euforia, con la siguiente toma de cocaína y explica la “necesidad” que experimentan muchos consumidores de continuar tomándola descontroladamente una vez se han desvanecido los efectos de la dosis ingerida.

¿Qué efectos adversos aparecen con el consumo de cocaína?

Con el consumo de cocaína aparecen importantes consecuencias adversas para la salud. Estos efectos indeseables no aparecen exclusivamente en cocainómanos con muchos años de consumo, sino que pueden surgir incluso tras pocas exposiciones a la droga. En dosis elevadas, o en dosis bajas en sujetos predispuestos independientemente de la vía de administración, la cocaína puede provocar:

En sobredosis, la cocaína puede causar:

Con el consumo continuado por vía intranasal (esnifada), la cocaína puede producir:

Independientemente de la vía de administración, con el consumo continuado la cocaína puede provocar impotencia. También pueden provocar alteraciones del ritmo cardíaco, hemorragias internas, hipertensión, o alteraciones respiratorias de diversa gravedad. Asimismo, con el uso continuado de la cocaína pueden aparecer trastornos del estado de ánimo, como depresión.

El consumo de cocaína durante el embarazo se ha asociado con un mayor riesgo de abortos y de malformaciones congénitas.

  • temblores oaa
  • cambios de humoraa
  • crisis deaa
  • intranquilidadaa
  • irritabilidadaa
  • alteraciones de la percepciónaa
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  • síntomas psicóticos, como ideas o delirios de tipo paranoide, o alucinaciones. aa

Dr. José Martínez Raga, Especialista en Psiquiatría. Unidad de Conductas Adictivas del Área 11 de Salud. Generalitat Valenciana