Ante la atenta mirada de sus sobrinos Andrea, Carlota y Pierre, Alberto ha escuchado el sermón del obispo en el que le ha invitado a "obrar rectamente y comportarse como jefe de toda nuestra familia"
Celebración con los monegascos A la espera de la ceremonia internacional de coronación, que tendrá lugar el 19 de noviembre en presencia de numerosos invitados procedentes de todo el mundo, el príncipe quiso que la misa celebrada hoy fuera una ceremonia íntima y que sirviera, también, de recuerdo a la memoria de su padre. Sólo algunos cientos de monegascos han podido asistir a la misa que marcaba el inicio de las celebraciones del día. Por expreso deseo del soberano, la jornada de hoy es por y para el pueblo de Mónaco.
Durante la tarde, Alberto II, siempre acompañado de toda su familia, ofrecerá una recepción en el patio de armas del palacio real a aquellos ciudadanos que se acerquen para felicitar al nuevo Príncipe. Una bombonera para las señoras y un pisapapeles para los caballeros conmemorativos del día servirán como sencillo y alegre recuerdo de la entronización de Alberto II.
Más tarde, siempre ante su pueblo, pronunciará su primer discurso a sus súbditos antes de terminar el día en el puerto, junto a su familia y el resto de habitantes del principado, con un fabuloso castillo de fuegos artificiales y las actuaciones de diversos grupos de danza típicos.
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