"Siempre les aconsejo a las novias que se dejen su apariencia natural, que no se aparten demasiado de un estilo con el que se sientan cómodas. De esa forma pueden concentrarse en disfrutar de su día, sin preocuparse por el pelo". "Camilla es una mujer con un aspecto muy natural y modales delicados. No serviría de nada intentar cambiar su apariencia por completo. Claramente se siente cómoda consigo misma y con su aspecto, lo cual es maravilloso".
"Le gusta el maquillaje fresco y natural" El rostro de Camilla parece ahora más suave gracias a la maquilladora Julia Biddlecombe, que lleva 18 meses trabajando con ella. "A Camilla le gusta el maquillaje fresco, natural, así que normalmente resalto sus mejores rasgos, como la piel y los ojos", dice Julia, que también ha trabajado con lady Helen Taylor y Jade Jagger. "Prefiero las bases de maquillaje que contienen partículas que reflejan la luz o iluminadores, porque son las más favorecedoras para las líneas finas y dan un brillo natural todo el día. Uso un colorete con base de crema para dar un acabado más suave". También es probable que ese día utilice su color de uñas habitual. Lleva un color neutro, Sugar Daddy de la marca Essie, que le aplicará la manicurista Angie, del salón Jo Hansford.
Blanqueo de dientes La sonrisa de Camilla también parece más brillante, gracias, al parecer, a un discreto trabajo odontológico. "Le han puesto fundas y le han blanqueado los dientes", comenta un diseñador de moda a ¡HOLA! "Es perceptible que ahora sonríe muchísimo más".
En los años noventa, mientras se mantuvo al margen de la vida del príncipe Carlos, solía aparecer retratada con mocasines desastrados y calcetines viejos de rombos. El mundo, acostumbrado a la deslumbrante Diana, sentía que Camilla nunca podría calzar sus zapatos de Jimmy Choo. En 1992, poco después de que se hiciera público su romance con Carlos, un periódico criticó: "Parece que acabara de bajarse de un caballo. Nunca lleva maquillaje y la ropa no le importa demasiado".
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