No, de hecho, podría decirse que, tras dos años en la universidad -uno de ellos compartiendo lujosa vivienda con tres estudiantes más- el Príncipe ha desarrollado un gusto por la independencia y la solución ideal pasaría por buscar un espacio propio y éste podría ser: York House. Un pequeño palacete de 75 habitaciones, cercano a Buckingham, que, al parecer, la Reina, su abuela, le cedería sin problema alguno.
Dos celebraciones a lo grande Una decisión a la que, sin embargo, la Familia Real no tendrá que enfrentarse hasta dentro de un tiempo. De hecho, y de momento , todas los esfuerzos están centrados en las dos celebraciones que se les avecinan. La primera, en la Abadía de Westminster, la próxima semana, con motivo del cincuenta aniversario de la Coronación de Isabel II. Un acto al que Camilla asistirá con su padre, el mayor Bruce Shand, de 84 años, por expreso deseo de la Reina. El gesto de aceptación más poderoso con el que ha sido distinguida por la Reina a lo largo de todos estos años. Porque, si bien es verdad, que ésta asistió a los funerales de la Reina Madre y al concierto celebrado en los jardines del palacio de Buckingham en el transcurso de 2002, en ninguna de las dos ocasiones le llegó una invitación personal de la Reina. Ésta por supuesto había dado su consentimiento al príncipe Carlos, pero nada comparado con el hecho de que Camilla vaya a estar presente en la ceremonia que ha sido descrita como "La gloria de la Coronación" , la celebración más importante de todas las realizadas hasta el momento... Ni con que, por primera vez ( 21 de junio) vaya a ser mezclada con todos los invitados del príncipe Guillermo: la Familia Real (una vez más), los íntimos amigos del Príncipe (compañeros de la Universidad, de Eton, y del Club de polo) y, sobre todo, con los Spencer, la familia de la princesa Diana de Gales.
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