Tras los Christmas y los actos más tradicionales de la Navidad, las monarquías europeas han vuelto al trabajo coincidiendo con la entrada del nuevo año. Este es el caso de Máxima y Guillermo de Holanda y de Felipe y Matilde de Bélgica, que han estrenado el 2019 con varias recepciones en Palacio. Los Reyes Holandeses han sido anfitriones durante dos días de varias reuniones en el Palacio Real de Ámsterdam y sus colegas belgas han hecho lo propio en el castillo de Laeken a los representantes del cuerpo diplomático destinados en el país.
Ni las bajas temperaturas ni el fuerte viento han hecho que la reina Máxima empezara este martes su agenda oficial sin perder la sonrisa en un acto en el que acompañó al Monarca en el Palacio Real durante la primera recepción de Año Nuevo, a la que acudieron representantes de la sociedad holandesa, de la administración pública, la política y las organizaciones sociales. Desde el año 2013, es costumbre enviar también invitaciones a miembros de un sector concreto. El año pasado los que tuvieron el honor de conocer a los Reyes fueron integrantes de la Policía, mientras que en esta ocasión se ha elegido a empresas dedicadas al ensamblaje industrial.
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Pese al frío invernal, propio del mes de enero, la reina Máxima dio muestras, una vez más, de su buen talente e hizo suyo el refrán de “al mal tiempo buena cara”. De lo más risueña, con un colorido vestido y una capa negra, se tomó con gran sentido de humor el fuerte vendaval que sorprendió a la pareja real en su entrada al Palacio y que alborotó sus cabellos. Los Reyes no dudaron en posar y saludar antes de empezar con sus compromisos laborales.
Un día más tarde, este miércoles, Guillermo y Máxima de Holanda han recibido la visita de los diplomáticos extranjeros y representantes de instituciones internacionales con sede en los Países Bajos. Además de los Reyes, han estado presentes la princesa Beatriz y su hermana, la princesa Margarita, acompañada de su marido, Peter van Vollenhoven. Para este acto, mucho más solemne que el anterior, Máxima de Holanda apostó por un total look en gris oscuro, mientras que su marido escogió el siempre protocolario chaqué.
También los Reyes belgas han querido que uno de sus primeros compromisos del nuevo año sea con los embajadores, cónsules y diplomáticos destinados en Bruselas, en un acto que se ha desarrollado en el Palacio Real de la capital. Matilde, siempre elegante, ha elegido un vestido en color azul celeste con bordados florales en color granate, a juego con sus zapatos y bolso de mano.
