A las afueras de Madrid se encuentra el Palacio de La Zarzuela, sede de la jefatura del Estado desde 1975 y residencia de los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor (que actualmente estudia en Gales) y la infanta Sofía. En este recinto además crecieron tanto el actual monarca como sus hermanas puesto que también ha sido el hogar de sus padres, el rey Juan Carlos y doña Sofía, quien sigue viviendo dentro de esta construcción en compañía de Irene de Grecia, su hermana. El exmonarca reside desde hace dos años en Abu Dabi. A diferencia del Palacio Real, que está abierto al público y ofrece a los visitantes un recorrido guiado por las diferentes estancias, este es un recinto que está completamente cerrado. Sin embargo, conocemos los detalles de su decoración y su distribución gracias a las imágenes compartidas por los miembros de la Familia Real en reuniones de trabajo, visitas de mandatarios internacionales o el tradicional discurso de Navidad.
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Esta vivienda de piedra y pizarra tiene una gran escalinata exteriro y consta de tres plantas. En la primera se encuentra la cocina, un office, zona reservada para maquinaria y desvanes; en la segunda planta están los despachos desde los que trabajan los Reyes y las personas de su equipo, la biblioteca, una sala de audiencias, comedor y otras zonas de descanso. La última es la más privada puesto que es donde se ubican los dormitorios, las zonas de estudio y las habitaciones destinadas a los invitados. Además, hay dos anexos a ambos lados del edificio central. La sala que se construyó en la década de los 70 en el ala izquierda está destinada al uso familiar mientras que en el otro extremo se instalaron despachos para los miembros de la realeza. Además hay una zona deportiva, un helipuerto y cuentan con su propia ermita, donde han sido bautizados algunos miembros de la Familia Real.
Entre todas las estancias, la más fotografiada es el salón de audiencias puesto que es el lugar en el que los reyes Felipe y Letizia celebran muchos de sus encuentros institucionales. Cuenta con una gran alfombra y está presidido por un imponente tapiz de Michel Coxci que data del siglo XVI y que se titula Alejandro, antes de partir a la campaña en Asia, reparte sus riquezas entre sus amigos. También adornan sus paredes cuadros como Vista de la Concha de San Sebastián, de Luis Paret y Alcázar, de 1788, propiedad de Patrimonio Nacional; y Baile Campestre, de Michel-Ange Houasse, del primer cuarto del siglo XVIII, también propiedad de Patrimonio Nacional.
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También hemos visto, especialmente durante la crisis sanitaria, los despachos del monarca y su esposa, en los que hay una gran pantalla para facilitar las videoconferencias. Don Felipe heredó la sala de su padre, de un fuerte estilo clásico, con las paredes de madera y una chimenea francesa, cargado de objetos de decoración y antigüedades. El de doña Letizia, por su parte, es minimalista, con el blanco como color predominante y sin fotografías aunque adornado con cuadros abstractos. Tiene una mesa con sillas de oficina, muy práctico para las reuniones. Para dar luz hay una moderna lámpara de techo de forma circular y estores en las ventanas.
En diciembre, con motivo del discurso de Navidad del rey Felipe, conocíamos todos los detalles de la sala que hay contigua al Salón de Audiencias, donde se grabó el video. El monarca ocupó una silla colocada en el centro de la estancia, adornada con un abeto y las figuras del Nacimiento. Tras el jefe del Estado, mesas de de cristal, una lámpara moderna y sobre las paredes de color dos obras de arte contemporáneo (de Sarah Grilo y Ràfols-Casamada),junto a una bandera española y otra europea. Entre la decoración se incluían también dos libros Constituciones Españolas (1812/1978), edición del BOE, y Biblioteca Nacional de España, 300 años haciendo Historia, edición de la BNE. Además, destacaba una imagen de la princesa Leonor y la infanta Sofía perteneciente a su primer acto en solitario e instantáneas del Rey en intervenciones en la ONU y en el Parlamento Europeo.
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Durante una visita de la Selección Española de baloncesto tras proclamarse campeones del mundo en Pekín 2019 pudimos ver otro de los ejes del trabajo en Zarzuela: el edificio Magnolias. Esta pabelló de ladrillo con 2.6000 metros cuadrados está conectado con el palacio por un túnel y una escalera es una ampliación proyectada a finales de los años 80. Tiene en su interior despachos y una sala de audiencias que suele usar doña Letizia. Hace justo dos años, en mayo de 2020, pudimos ver con más detalle esta construcción ya que en su exterior los Reyes y sus hijas participaron en un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia.
Una de las zonas más desconocidas de Zarzuela es la parte posterior del edificio central, que alberga unos bonitos jardines en los que caminos de arena rodean los parterres de césped, las fuentes y las esculturas que dan vida al conjunto. En este enclave cabe destacar su mirador, con privilegiadas vistas al monte de El Pardo, que con una superficie de 15.821 hectáreas está considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid. Desde el citado balcón se divisa esta reserva ecológica y biológica en la que conviven enebros, encinas, jaras, alcornoques y una amplia fauna en la que se incluyen buitres, cigüeñas o tejones.
Don Fernando de Austria mandó a Juan Gómez de Mora, el mismo arquitecto que diseñó la Plaza Mayor de Madrid, comenzar la construcción del Palacio de La Zarzuela en 1628 con la intención de que fuera un pabellón de caza. Aún sin terminar el edificio, se lo traspasó a Felipe VI, que lo terminó en 1639 y llenó sus paredes de valiosas obras de arte. De los jardines se encargó Gaspar Bandal. También Carlos VI introdujo modificaciones, tapicerías, adornos de porcelana y mobiliario de estilo francés. Actualmente el edificio que existe poco tiene que ver con el inicial puesto que ha habido varias modificaciones. De hecho, entre 1936 y 1939, coincidiendo con la Guerra Civil, fue parcialmente destruido y después hubo remodelaciones hechas por el arquitecto Diego Méndez
La vivienda de los reyes Felipe y Letizia
Dentro de los terrenos de Zarzuela, a un kilómetro del Palacio, se encuentra el Pabellón del Príncipe, hogar de los reyes Felipe y Letizia desde que contrajeron matrimonio hace 18 años (el 22 de mayo de 2004). Con Manuel del Río como arquitecto, la vivienda tiene 1.800 metros cuadrados y está distribuida en cuatro plantas. En el acceso hay un sencillo jardín con un estanque de tres surtidores y una vez que pasas la puerta encontramos el vestíbulo y el hall de baldosas blancas y negras. Precisamente esta zona la vimos cuando el monarca cumplió 50 años y compartió una selección de imágenes cotidianas de su día a día en familia.
Es en este punto donde se encuentra una escalera de caracol que permite ir subiendo a las diferentes plantas compuestas por un dormitorio principal de de 110 metros cuadrados con dos vestidores, dos cuartos de baño y una sala de estar con chimenea; tres dormitorios más con dos baños y una pequeña sala de estar, un despacho, un antedespacho y una gran terraza. Todas las estancias han sido diseñadas por Francisco Muñoz y en el jardín hay unos amplios sofás en los que disfrutar del buen tiempo y donde en alguna ocasión han posado la princesa Leonor y la infanta Sofía con motivo de fechas señaladas.
