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La Real Academia Española define la posverdad como una "distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales". Es precisamente sobre este término, uno de los últimos que se ha incluido en le diccionario, sobre los que se va a debatir en La Rioja en el XIII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo que ha inaugurado doña Letizia, una reina con pasado de periodista.
La mujer de Felipe VI ha sido recibida por las autoridades, entre las que estaban Jose Ignacio Ceniceros, Presidente de la Comunidad Autónoma, y Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, en la puerta del Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla. Sin embargo, antes de entrar, la Reina ha cruzado la calle para saludar a una decena de vecinos -este municipio no llega a los 250 habitantes- que aguardaban en la calle. Después doña Letizia se ha detenido con un grupo de niños y ha estado comentando con ellos el contenido de una libreta que le han regalado, después ha puesto rumbo al interior de este monasterio del siglo VI.
Ha sido la periodista Soledad Gallego-Díaz la que se ha encargado de la conferencia inaugural del seminario en el que participan una veintena de expertos de varios países que abordarán este tema desde un punto de vista social, psicológico, filosófico, lingüístico, periodístico y de comunicación en general. "Las noticias falseadas forman parte de un fenómeno de desinformación a escala global que solo es posible en una era digital con instrumentos tecnológicos completamente nuevos y desarrollados por unas pocas empresas gigantescas", ha dicho Soledad Gallego-Díaz en una conferencia que ha empezado haciendo referencia a fenómenos como el ascenso de Trump o el Brexit pero en el que ha recordado que la posverdad no solo afecta a la política. "Llega a todos los sectores de la sociedad", ha añadido la periodista, galardonada con el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria profesional, poniendo como ejemplo las informaciones en torno a las vacunas.
Baño de masas para el Rey en Cantabria
Mientras, a 200 kilómetros, Felipe VI se daba un auténtico baño de masas en Reinosa, Cantabria. Cientos de vecinos esperaron su llegada en la Plaza de España, donde fue recibido por el Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Tras saludar a los reinosanos, el Rey entró en el Ayuntamiento para encontrarse con la Corporación, con los trabajadores municipales y firmar en el libro de honor.
A su término y tras otro cálido encuentro con los vecinos, el Rey se desplazó hasta la planta de Sidenor (líder en la producción de aceros largos especiales y uno de los principales fabricantes mundiales de piezas forjadas y fundidas) de Reinosa para visitar sus instalaciones, dentro de los actos programados por la celebración de su centenario. Una visita cargada de significado porque coincide también con la visita que realizó a la fábrica campurriana hace cien años su bisabuelo, el rey Alfonso XIII, con motivo de su inauguración.
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