La Casa Real celebra la Navidad como tantos miles de españoles que creen en la magia de estas fechas. A mediados de diciembre, comienzan a organizarlo todo, para que llegado el momento no falte ni un detalle. El árbol, con sus bolas de colores, su espumillón y alguna que otra estrella en lo alto; el Belén, de los de toda la vida, con figuras de barro; la típica flor de Pascua; el calor de la vieja chimenea repleta de troncos que crepitan bajo el fuego, el turrón y los regalos, pequeñeces útiles sin mucho valor económico.
Las Navidades en La Zarzuela, el clima de las fiestas en familia, se inician el 20 de diciembre, fecha del cumpleaños de la infanta Elena, que este año cumple 50 años y lo ha celebrado con todos los españoles con una entrevista y un posado de excepción. Este señalado día es la excusa perfecta para entrar en familia en la antesala de la Navidad. Rodeados de todos los adornos acordes con estas fechas, cuando se despiden este día, saben que tienen pronto una cita familiar en algún lugar de ocio y por supuesto en la inexcusable Nochebuena.
Una noche llena de sorpresas
El Rey se adentra cada año, a través de su tradicional mensaje navideño, en el hogar de todos sus conciudadanos. Los españoles permanecen pendientes del televisor y sus palabras, que mucho tienen que ver con las esperanzas y los buenos deseos, escuchan atentos el mensaje. En la Zarzuela se hace lo propio. Suelen acompañarles en esta noche tan especial, la princesa Irene, hermana de la reina Sofía, y las hermanas y sobrinos del Rey. Previsiblemente la Familia Real y la Familia del Rey al completo celebrarán otro año más la Nochebuena todos juntos en el palacio de la Zarzuela. Cenan habitualmente en el comedor de palacio un menú elaborado con típicas recetas tradicionales de estas fechas: sopa de almendras doradas, pavo, besugo, perdices escabechadas o lombarda acompañando al cordero. De postre, higos secos, dátiles, tartas y, sobre todo, el turrón.
Papá Noel y los nietos de los Reyes
En los últimos años es seguro que las cenas se han acelerado. No es de extrañar. Ningún manjar puede reemplazar la cara de ilusión de un niño mientras desenvuelve un regalo. Los nietos de nuestros Reyes disfrutan del misterio de la llegada de ese gran hombre de barba blanca que responde, en nuestro país, al nombre de Papá Noel, alter ego del San Nicolás griego (patrón de los marineros). De una noche llena de grandes sorpresas. De regalos hechos con cariño, sin ostentación y más bien prácticos. Una noche, en la que se desean lo mejor aunque, eso sí, no canten villancicos. El Rey llegó a España siendo un adolescente y en la memoria de la Reina permanecen únicamente los himnos o Calandras de las liturgias navideñas que se interpretaban en la iglesias ortodoxas griegas.
Celebraciones del día de Navidad
El 25 de diciembre la Familia Real se separa. Los hijos de la infanta Elena pasan un tiempo con su padre y la familia Marichalar en el viejo caserón familiar de Soria; los Duques de Palma y sus cuatro hijos ponen rumbo a Vitoria, la ciudad donde se reúnen con los Urdangarin, y los Príncipes de Asturias con la familia de la princesa Letizia. Aunque, como tantas familias españolas, aunque estén separados en ese almuerzo navideño, los recuerdos de la noche pasada los acompaña durante todo el día.
Posibles escapadas
Los días siguientes (26, 27, 28… ) suelen reservarse para esquiar o para hacer alguna escapada a alguna ciudad del mundo. No hay confirmación oficial al respecto, como suele ocurrir en los planes privados de la Familia Real, pero podría ser como en años anteriores que la infanta Elena con sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, y los Duques de Palma con los suyos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, despidan el año que se va y den la bienvenida al año que llega en la nieve y que los Príncipes de Asturias y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, se tomen unos días de descanso en algún precioso lugar.
Todo en torno a los Magos
Y si las Navidades comienzan con la fiesta de cumpleaños de la infanta Elena, finalizan con la celebración de otra fecha muy importante: el cumpleaños del Rey. La Familia Real, como la mayoría de los españoles, pone fin al espíritu navideño con la celebración de la Epifanía o la fiesta de los Reyes Magos. Fecha en la que regresan a Madrid para celebrar el aniversario de don Juan Carlos. No sin antes degustar el exquisito Roscón de Reyes que aparece en la gastronomía de nuestro país como colofón a unas fiestas muy ricas en azúcares. Ese bollo compuesto por harina, azúcar y frutas confitadas contiene una sorpresa... Y quien la encuentre será poseedor de suerte y fortuna. Tras el Roscón, los Magos de Oriente que también pasan por palacio para dejar sus regalos a los ocho nietos de los Reyes. Y, al día siguiente, y siguiendo también la tradición, la celebración de la Pascua Militar, que se espera que el Rey, muy recuperado de su operación de cadera, pueda presidir. Después del tradicional acto, una fiesta que fuera establecida por el rey Carlos III en el siglo XVIII, los Príncipes de Asturias y sus hijas pasarán el día con Jesús Ortiz para cerrar las Navidades.
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